No pongas tu corazón en el hombre ¡Te decepcionará y acabarás muy mal!
Nada hay más falso y enfermo que el corazón: ¿quién lo conoce? (Jeremías 17, 5-10)
Pon todo tu corazón en Él, El As de Corazones!Y todas tus fuerzasY tu lengua, mente, oídos, vista¡El As de Corazones Jamás defrauda!
Nada hay más falso y enfermo que el corazón: ¿quién lo conoce? (Jeremías 17, 5-10)
No pongas tu corazón en el hombre ¡Te decepcionará y acabarás muy mal! ¡Ni pongas en el! Tus oídos tus ojos lengua manos mente ¡Si no quieres acabar mutilado de pensamientos y emociones!
¡Pon todo tu corazón en Él, El As de Corazones! Y todas tus fuerzas Y tu lengua, mente, oídos, vista ¡El As de Corazones Jamás defrauda! Ni te engaña, ni te hace daño Cumple lo prometido No inquieta, ni da la tristeza Ni te pide nada, ni te quita el aire. ¡Y te da la alegría, el aire y la paz! Del ciento por uno.
¡No confíes en el corazón del hombre! Que solo hay uno Verdadero y es Él, El único hombre grande, El hijo de Dios.
El Señor lo conoce muy bien, y Él conoce mejor el corazón del hombre.
¡No juegues con el fuego del hombre! Que sus brasas te devoraran Como la cuartilla de papel vulgar, desgastada y mal escrita por el hombre, dirigida al propio hombre.
¡Si confías en Jesús! Todo tendrá un sentido en tu vida Aunque estés solo Ya no lo estarás Ya no necesitaras de los ladrones de corazones y jugadores de esperanzas.
¡Jesús es el As de corazones! Con él siempre tendrás un As en la manga. Y ya no tendrás que apostar tu vida a la baraja mal compartida, de tu fatal partida.
¡Ya no hará falta!
Has aprendido a jugar con su baraja divina la partida de Jesús. Eres el As de Corazones de su baraja y ya ganaste la partida al corazón del hombre, para siempre Jesús.