Que nada me quite la Paz Porque la Paz verdadera Nada quita, Solo suma, Y da más Paz. ❤ (l-ll) ¡Padre, Que nada me quite la Paz!
Tú me has hecho para ser Evangelio,
Alegría Eterna que en la prueba no sucumbe
Por ser hijo tuyo
Por ser hijo tuyo
| Alfonso Olaz
❤ (l-ll) ¡Padre, Que nada me quite la Paz!
Tú Paz de hermano mayor
De corazón ardiente, que siempre vela por el hermano menor.
Nada, que nada me quite Tú Paz
Que no me deje quitarla
que la defienda contra los intrusos de tu indiferencia
Los que te echaron de tu casa
Que nada me quite la Paz
Porque la Paz verdadera
Nada quita,
Solo suma, Y da más Paz.
De sabor y olor a tu Reino.
A pan caliente, crujiente,
Del horno del Padre Panadero.
¡Tú eres la PAZ!
No permitas que nada me la quite.
Ni la noche oscura
Ni mis fantasmas que no son de tu Reino de Paz
Padre,
No dejes que la preocupación
Invada como el viejo roble enfermo todo mi cuerpo, mi mente,
Y se haga astillas para consumirme lentamente, todo.
Porque la preocupación es el viejo pecado del cobarde
Que nos consume lentamente
Y devora a nuestra más cercana Fraternidad.
Padre,
No permitas que las tinieblas acampen en mi corazón por un descuido.
Y la tormenta, desate todos los peligros de la turbación.
Padre,
Haz que sea humilde, cómo el campo de trigo al atardecer
Y que mucho antes del atardecer de mi vida
Sea corazón de paz,
espiga de humildad,
Para ser pan que sabe a tu trigo.
Cogido de tu despensa,
puesto en la mesa para ser comido
Para Ser Fraternidad
para tu fraternidad Universal
Padre, Haz
Que sea Hermano Paciente,
Sin la impaciencia del impaciente
que desconfía de todo.
(ll) Padre,
Que nada me quite la Paz!
Padre,
Que nada me quite la Paz
Siendo para ti,
Para conocerme más a mí,
Y conociéndome en ti
Te reconoceré, como hermano de mi Fraternidad.
Porque en la prueba grande confío, que todo lo que viene de ti
Es bueno para mí
Por eso,
No permitas mi desaliento
Ni la tristeza que no es del Corazón del hermano menor
Tú me llamaste por mi nombre
A ti Día y Noche me entrego
Padre,
En tu sueño me hiciste alegría
En tu vida, deje de ser sueño
Para estar despierto y ser ya Alegría,
Para ser un trocito de tu vida, una parte de tu Evangelio.
¡Padre,que nada¡
me quite la Paz!
¡Hágase tu Voluntad!
Hazme que la reconozca
Para que la acepte toda
Y no permitas a tu hijo
El desaliento, la desesperanza, todo lo que no viene de ti
Dame tu valor
El que das al que te lo pide
Para que no dude de ti
Y no me corrompa en tu prueba
Sabiendo que soy tu hijo
Y siempre me acompañas
Porque tú ya te has hecho Evangelio, con entrañas de Paz
Para que sea Alegría
Del que ha recibido la Paz
Y en la verdadera Paz,
Está tu alegría, la que no se
corrompe y siempre es eterna.
Eso muy bien, me lo has enseñado.
Tú me has hecho para ser Evangelio,
Alegría Eterna que en la prueba no sucumbe
Por ser hijo tuyo
Que así sea Padre mío,
Te lo pido por la Alegría sonora del Evangelio
Por mi querida Madre, María,
La maestra de la alegría
Y por la tuya muy bendita, que solo tú la conoces tan bien.