"La magia no suele funcionar" Inútil oración por el Papa

Oración
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"La invitación a la oración para resolver problemas – impetración al dios o a los santos – es algo cotidiano en el cristianismo"

"Incluso admitiendo la posibilidad de milagro obrado por un ser trascendente, nunca podría ser atribuido al dios que hemos ideado bueno, justo e imparcial"

"¿Por qué iba a beneficiar solamente a uno si hay muchísimos otros con la misma enfermedad o necesidad? ¿Por qué siempre se trata de algo sanitario? "

“La sunamita corrió a Eliseo para que resucitara a su hijo. Eliseo ordenó a su siervo Guejací. Cíñete los lomos, coje mi bastón y parte. Pon mi bastón sobre el rostro del niño. Guejací llegó y puso el bastón sobre el rostro del niño muerto, pero no revivió. Guejací volvió a Eliseo y le dijo que el niño no había despertado. Entonces fue Eliseo y penetró en la casa. Subió, se tendió sobre el niño poniendo su boca sobre la boca del niño, sus ojos sobre sus ojos, y sus palmas sobre sus palmas. Y el niño cobró calor. Eliseo esperó paseando, volvió y se inclinó de nuevo sobre el niño. Entonces estornudó siete veces y abrió los ojos. Su madre, agradecida, se echó a sus pies”. (2 Reg 4).

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“Y sucedió que mientras Moisés mantenía alzadas las manos prevalecía Israel, pero cuando las bajaba, vencía Amalec. Se le cansaron las manos a Moisés y entonces tomaron una piedra y se la pusieron debajo. Aarón y Jur le sostenían las manos... hasta la puesta del sol, y fue así como Josué derrotó a Amalec y a su pueblo al filo de espada". (Ex 17).

23.- «Detalles»: Amalec | Buscando lo Escondido

“Yahvé dijo entonces a Josué. Tiende hacia Haai el dardo que tienes en tu mano porque en tu mano te la entrego. Josué tendió el dardo que tenía en la mano hacia la ciudad. Tan pronto como extendió la mano, los emboscados surgieron rápidamente de su puesto, corrieron, entraron en la ciudad y se apoderaron de ella y a toda prisa la incendiaron”. (Jos 8):

“Elías clamó: Yo solo he quedado de los profetas de Yahvé mientras los profetas de Baal son cuatrocientos. Dénseme dos toros y escojan ellos para sí uno. Córtenlo en pedazos y colóquenlo sobre la leña sin poner fuego. Yo prepararé el otro toro, lo colocaré sobre la leña y tampoco pondré fuego. Luego invocaréis el nombre de vuestros dioses, mientras yo invoco el nombre de Yahvé, y el dios que responda con el fuego ése será el dios. Todo el pueblo asintió. Los profetas de Baal cogieron el toro, lo prepararon e invocaron a Baal desde la mañana hasta la noche. Pero nadie contestaba. Y danzaban en torno al altar. Elías burlábase de ellos: Gritad más fuerte, les decía, pues es dios y puede estar cavilando o dormido. Y hacíanse incisiones hasta sangrar. Ninguna respuesta de Baal. Entonces dijo Elías al pueblo: Aproximaos. Elías tomó doce piedras con las que dispuso un altar. Hizo una zanja alrededor, dispuso la leña, dividió en trozos el toro y lo colocó sobre la leña. Traed cuatro cántaros de agua y derramarla sobre el holocausto y la leña. Y dijo: repetidlo y lo repitieron. Y siguió: hacedlo por tercera vez. Y lo hicieron. Y se llenó de agua la zanja. Luego, Elías oró: Yahvé, dios de Abraham, de Isaac y de Israel, conózcase hoy que tú eres dios en Israel y que yo soy tu siervo. Responde para que este pueblo sepa que tú eres el dios. Entonces cayó fuego de Yahvé y consumió el holocausto, la leña y las piedras y lamió el agua de la zanja. El pueblo cayó rostro en tierra y exclamó: Yahvé es el Dios. Entonces dijo Elías: prended a los profetas de Baal, que no escape ni uno. Y Elías los hizo degollar”. (I Reg 18)

ELÍAS. FUEGO DEL CIELO

Son sólo cuatro citas de la magia que practicaban nuestros ancestros hebreos. Primero se practicó la magia pura, con atribución de fuerzas ocultas a objetos materiales o acciones humanas (magia imitativa entre otras). Luego fue la magia que involucra a un ser imaginario superior. Magia que desemboca en mito. En la Biblia abundan narraciones semejantes o alusiones a la magia. Algunos de estos relatos tienen carácter didáctico o épico. El sentido mágico se fue perfilando con el tiempo, pero nunca desapareció. Todo lo contrario. El pueblo hebreo lo personalizó en Yahwé. La impetración a nuestro actual particular dios es un refinamiento de la magia. Pero esta magia no suele funcionar. Es lo que sucedió con Guejazí y el niño de la sunamita. Cuando funciona, sabemos que operan fuerzas naturales o sociales explicables (o todavía no) científicamente.

La invitación a la oración para resolver problemas – impetración al dios o a los santos – es algo cotidiano en el cristianismo. Todavía se organizan rogativas ante una sequía. O se solicitan oraciones comunitarias ante una inminente muerte o catástrofe natural. Las beatificaciones y canonizaciones rezuman magia. Sus milagros son inexistentes o fruto de causas naturales. Incluso admitiendo la posibilidad de milagro obrado por un ser trascendente, nunca podría ser atribuido al dios que hemos ideado bueno, justo e imparcial. ¿Por qué iba a beneficiar solamente a uno si hay muchísimos otros con la misma enfermedad o necesidad? ¿Por qué siempre se trata de algo sanitario? 

En la historia reciente, también hoy, los males y desgracias fueron y son innumerables. Guerras devastadoras, tsunamis, hambrunas, sequías, pestes, opresiones de diversa índole. Las religiones recurren a la impetración al dios. Pero el resultado es insatisfactorio. ¡Sólo los candidatos a los altares obtienen milagros! Son espurios. La oración de los fieles no ha impedido la enfermedad ni la muerte, ni siquiera de aquellos que se dicen representantes de nuestro dios.

P.S. El papa Francisco, pidió una "oración especial" por el papa Ratzinger cuando éste estaba moribundo. Repetidamente, Francisco pidió rezar por él. Este post es una ingenua reacción a dicha petición.

Globos, flores y oraciones: el altar improvisado al papa Francisco en el  hospital sigue creciendo

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