En aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:
«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».
COMENTARIO:
Celebramos el Miércoles de la Segunda Semana de Adviento. Hoy la Iglesia celebra la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, que Pío X proclamó como "Patrona de toda la América Latina", Pío XI de todas las "Américas", Pío XII la llamó "Emperatriz de las Américas" y Juan XXIII "La Misionera Celeste del Nuevo Mundo" y "la Madre de las América".
En el Evangelio de este Miércoles leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 11,28-30). Jesús nos invita a ir con él porque él ha venido y va a volver a venir a nosotros. Nos ofrece el yugo suave de su amistad, porque él ha cargado con el yugo de nuestro pecado y nuestra muerte. El Señor nos invita a nosotros a descubrir en lo más profundo de nuestra existencia que llama a nuestra puerta para darnos esperanza y reconfortarnos en nuestra propia debilidad.
¡Vivamos en este tiempo con alegría el encuentro con Jesucristo y preparemos nuestra vida para acoger al “Señor que vendrá”, rompiendo desde la disponibilidad todo aquello que rompe nuestra fidelidad y nuestro seguimiento!