Juan Bautista se presenta como el precursor del Señor, que vendrá a bautizarnos en Espíritu y fuego.
La respuesta que Dios exige del mismo hombre se sintetiza magistralmente en toda la predicación del precursor, Juan Bautista. Juan pide a la gente que cambie radicalmente en su interior y debe de “preparar el camino al Señor”.
Juan, el Precursor”, nos señala cómo debemos prepararnos para acoger la venida de Cristo desde una actitud coherente y confiada.
*Para la insolidaridad, que es la base y el origen de la desigualdad,
se propone compartir (consejo a las multitudes: “el que tenga dos túnicas…)
*Para la explotación, que engendra toda clase de odio entre los humanos,
se propone la supresión de cualquier espíritu de injusticia (Consejo a los recaudadores: “No exijáis más de lo establecido)
*Para controlar la violencia de quien detenta el poder político y militar, extorsión a nadie…)
se propone la no violencia y el evitar la injusticia que proviene de la insaciable ambición de poseer y dominar (consejo a los soldados paganos).