XXXI SÁBADO DEL TIEMPO ORDINARIO/ CICLO B/10-11-2018
XXXI SÁBADO DEL TIEMPO ORDINARIO/ CICLO B/10-11-2018
EVANGELIO DEL DÍA: Lc 16,9-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.»
Oyeron esto los fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de él.
Jesús les dijo: «Vosotros presumís de observantes delante de la gente, pero Dios os conoce por dentro. La arrogancia con los hombres Dios la detesta.»
COMENTARIO:
Celebramos el Sábado de la Trigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario . la Iglesia celebra la memoria de San León Magno Papa. Nació en Toscana, Italia. Fue nombrado Sumo Pontífice en el año 440.
Se conservan 144 cartas escritas por San León Magno. Su fama de sabio era tan grande que cuando en el Concilio de Calcedonia los enviados del Papa leyeron la carta que enviaba San León Magno, los 600 obispos se pusieron de pie y exclamaron: "San Pedro ha hablado por boca de León".
En el año 452 llegó Atila con la intención de invadir Roma. El Papa San León salió a su encuentro y logró que no entrara en Roma y que volviera a su tierra, de Hungría. Murió el 10 de noviembre del año 461.
En el Evangelio de este Sábado de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 16,9-15).
Jesús anima a sus discípulos a ser buenos administradores de los bienes (materiales y espirituales) que se les ha confiado. Jesús advierte de la necesidad de elegir entre la sumisión al dinero, que se puede convertir en un ídolo, y la sumisión a Dios.
“Señor Jesús, quiero ser una vidriera para dejar traspasar tu luz y tu presencia en mis ambientes, no siempre favorables a tu oferta y a tu proyecto.
¡Señor mío, purifica mi mente, limpia mi lengua, sana mis sentimientos y hazme tuyo!
www.marinaveracruz.net
EVANGELIO DEL DÍA: Lc 16,9-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.»
Oyeron esto los fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de él.
Jesús les dijo: «Vosotros presumís de observantes delante de la gente, pero Dios os conoce por dentro. La arrogancia con los hombres Dios la detesta.»
COMENTARIO:
Celebramos el Sábado de la Trigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario . la Iglesia celebra la memoria de San León Magno Papa. Nació en Toscana, Italia. Fue nombrado Sumo Pontífice en el año 440.
Se conservan 144 cartas escritas por San León Magno. Su fama de sabio era tan grande que cuando en el Concilio de Calcedonia los enviados del Papa leyeron la carta que enviaba San León Magno, los 600 obispos se pusieron de pie y exclamaron: "San Pedro ha hablado por boca de León".
En el año 452 llegó Atila con la intención de invadir Roma. El Papa San León salió a su encuentro y logró que no entrara en Roma y que volviera a su tierra, de Hungría. Murió el 10 de noviembre del año 461.
En el Evangelio de este Sábado de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 16,9-15).
Jesús anima a sus discípulos a ser buenos administradores de los bienes (materiales y espirituales) que se les ha confiado. Jesús advierte de la necesidad de elegir entre la sumisión al dinero, que se puede convertir en un ídolo, y la sumisión a Dios.
“Señor Jesús, quiero ser una vidriera para dejar traspasar tu luz y tu presencia en mis ambientes, no siempre favorables a tu oferta y a tu proyecto.
¡Señor mío, purifica mi mente, limpia mi lengua, sana mis sentimientos y hazme tuyo!
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