Una cita pendiente en la Fundación Vivarium ha sido la de Raimon Panikkar y Ken Wilber. “En una ocasión Raimon Panikkar invitó a Ken Wilber a participar en uno de sus encuentros de su Fundación Vivarium; pero Wilber enfermó y no pudo asistir”, cuenta nostálgica Milena Carrara, presidente de Vivarium. Desde hace varios años en Latinoamérica se viene preparando, mediante conferencias, retiros y estudios académicos, promovidos por .S.A.L.M.O.S. Espiritualidad Integral. Parece que ha llegado la hora del encuentro.

La cita fue este 24 y 25 de octubre en el 1er. Congreso Internacional de Espiritualidad, Cuidado y Salud Mental, organizado en la universidad de la arquidiócesis de Bogotá, Unimonserrate. En dos de las ponencias se dará este encuentro: “Urge la convergencia Espiritualidad-Contemplación, con enfoque integral. Ejemplo práctico” y “Liberación de las sombras del psiquismo con prácticas contemplativas.”

Cuando en un medio académico se habla de prácticas meditativas y contemplativas, -que originalmente están enmarcadas en un silencio propio del ámbito religioso-, para regular las emociones y para ser más conscientes en las relaciones interpersonales, se evidencia una mirada amplia sobre el ser humano. Se asume la plataforma intercultural e interreligiosa de Raimon Panikkar, en la que se puede enraizar el ponderado trabajo sobre la psicología y la conciencia de Ken Wilber, concluyendo con la referencia a una tarea práctica que ya se viene realizando.

Dice Raimon Panikkar: “La contemplación es la actividad holística indivisa, que posteriormente nosotros dividimos en teoría y práctica”. y continúa en otra parte de sus obras: “El monje realmente absorto en contemplación no sabe nada de oraciones; el vacío de la meditación auténtica no es el pensamiento de la ausencia de pensamientos; la reflexión suprime la auténtica espontaneidad de la auténtica contemplación, no hay ni pensador ni objeto pensado; los que saben, no saben que saben… ¿Cómo explicarlo?... Hay un difundirse del ser que el pensamiento no puede alcanzar, sobre el cual no se puede reflexionar, que se ‘pierde’, por así decir… La meditación sin objeto sería participar en esta corriente del ser que se ‘pierde’ en el Ser que no podemos pensar ni determinar, del que no es posible ser conscientes…” 

En diversas tradiciones, y diversos autores, -y aún, en documentos oficiales de la Iglesia-, aparecen las palabras meditación y contemplación indistintamente. Sin embargo, en la mística cristiana hay una diferencia entre meditación y contemplación. La contemplación no tiene objeto, aunque se le llega a llamar también “meditación sin objeto”, como lo hace Panikkar. La meditación propiamente dicha, sí está centrada en un objeto, en una realidad externa al meditador, o que este puede objetivar: un texto, una creatura, una realidad social, su propio cuerpo, pensamientos o emociones, etc. Para llegar a la contemplación, es necesario haberse entrenado en formas básicas de meditación. 

De otra parte, si se entiende en términos generales la psicología como una ciencia del estudio de la conducta humana y de los procesos mentales; queda claro porqué asume la salud mental como una de sus tareas. Es su objeto de trabajo. En cambio, la contemplación no tiene objeto. Entonces ¿Qué tiene que ver la contemplación con la salud mental si, lo que convoca este Congreso es la salud mental ayudada por la contemplación, como práctica de la espiritualidad? 

Raimon Panikkar y la Espiritualidad Integral

Raimon Panikkar (1918-2010), sacerdote, filósofo, teólogo, científico, místico y maestro espiritual, promotor del diálogo intercultural e interreligioso, introduce estas palabras, en el marco de su Opera Omnnia: “Intentar definir cómo ha de ser la espiritualidad de nuestro tiempo es ya una paradoja… Presento, no obstante, un esbozo de respuesta diciendo que esta espiritualidad debe ser integral: esto significa que debe involucrar al hombre en su totalidad.” 

En la Espiritualidad Integral, el hombre es una entidad más que psicosomática. El hombre es cuerpo (somâ), y alma (psiché), pero también comunidad (polis) y Kosmos (con ‘k’, insistirá Ken Wilber), y que, además, en todas estas relaciones, late la presencia Divina. El hombre no se puede reducir a su cuerpo, por eso el alma no pueden ser solo una serie de funciones bioquímicas en el cerebro. 

Esta espiritualidad integral es una plataforma que da cabida a los saberes humanos desarrollados en Occidente: humanismos, sociología, psicología, y abre las puertas al diálogo intercultural e interreligioso, para escuchar voces tales como las sabidurías de Oriente, sus antropologías, sus cosmogonías y sus espiritualidades, que no suelen concebir al ser humano aislado o individual, y aportan riqueza para superar los límites de la visión occidental.

Ken Wilber, la estructura y el despertar de la conciencia

Por su parte, recordemos que, en el último siglo, desde Occidente, en paralelo con el humanismo filosófico, la psicología y la psicoterapia han realizado descubrimientos sobre el alma humana y sus dinamismos. Desde Freud pasando por Jung, Maslow, Skinner, Rogers, las inteligencias múltiples de Gardner (entre las que se encuentra la inteligencia espiritual), etc., la labor ha sido meritoria. En la actualidad, la neurociencia y su diálogo con la psicología, siguen aumentando los descubrimientos sobre el ser humano. Las escuelas de psicología y psicoterapia han permeado la educación, las organizaciones, el modo de relacionarse socialmente, el marketing, etc.; pero, sobre todo, el abordaje de las problemáticas personales, creando diversidad de prácticas, protagónicas para el desarrollo sano de la salud mental.

En su libro La Espiritualidad Integral, (2006),Ken Wilber asume no solo una mirada integradora, sino que presenta la Práctica Vital Integral, en la que hace converger prácticas, que, pretenden cancelar la deuda del supuesto distanciamiento Oriente - Occidente. Estas se integran para abordar con un mapa más completo del ser humano, para que pueda comprenderse y trabajar sobre sí mismo. Dice: “Se trata de un enfoque que, si bien se asienta en centenares de grandes prácticas transformadoras, tanto orientales como occidentales, y reconoce explícitamente esa extraordinaria deuda, resulta único en varios sentidos.” (Wilber, 2006, p. 285).

En Colombia existe la Fundación Salmos Espiritualidad Integral, cuya escuela de contemplación hace converger meditación-contemplación-psicología y psicoterapia. Es un ejercicio práctico, que se desplaza con atención en el mapa referencial de la conciencia personal y lo encontrado por las grandes tradiciones espirituales, principalmente la tradición mística cristiana, en diálogo práctico con el zen, como lo proponen Ken Wilber y Raimon Panikkar. Parte del servicio de .S.A.L.M.O.S. se ha prestado en esta Fundación Universitaria Unimonserrate desde hace varios años. 

Esta y muchas más perspectivas pueden se darán cita y desarrollarán en este congreso.