"Ante los discursos de miedo, llevamos la esperanza, y también el realismo" Apoyo abrumador: La Iniciativa Legislativa Popular sobre la regularización de personas migrantes coloca un hito en la historia de la democracia española

Lo que ha ocurrido a principios de esta semana es un hito histórico en la democracia de nuestro país. La toma en consideración de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), que prevé la regularización de medio millón de personas migrantes, ha sido un paso importantísimo para las más de 450.000 personas en situación irregular que viven en nuestro país y para las 900 organizaciones y 700.000 firmantes que hemos participado en ella.

Esta iniciativa legislativa no solo es la iniciativa con mayor número de firmas de la historia de la democracia, sino que también en el Parlamento se ha conseguido un apoyo abrumador. Hay que retrotraerse décadas hacia atrás para encontrar una mayoría en el Parlamento tan aplastante. La toma en consideración de esta iniciativa se aprobó con 310 votos a favor y 33 en contra.

Si nos atenemos a los datos que recoge el portal Civio, entre 1983 y 2019 se presentaron 107 propuestas de ILP. De ellas solo 13 pasaron la fase de toma en consideración en el Congreso de los Diputados. Ahora son 14. Aunque sabemos que este paso no es definitivo, mantenemos viva la esperanza. Ahora toca trabajar para su aprobación definitiva.

"Es difícil encontrar en nuestra historia democrática una iniciativa más transversal"

Lo que hemos conseguido, a iniciativa de M+J y con el apoyo de toda la sociedad civil española, es también un recordatorio de que la democracia no es sólo ejercer el derecho al voto cada cuatro años - aunque esto sea de enorme importancia-. Es una prueba más de que, con la motivación y el horizonte claro, se puede trabajar por una sociedad más justa, poniendo de acuerdo a personas y organizaciones de lo más variopintas. “Desde Soviet Getafe hasta la Conferencia Episcopal”, como se ha dicho ya en diversos foros. Es difícil encontrar en nuestra historia democrática una iniciativa más transversal.

Por otro lado, está la cuestión fundamental. Y es que ésta es una cuestión de justicia. Las personas que se beneficiarían de una regularización no son elementos ajenos o extraños, al contrario: son personas que ya viven entre nosotros: nos atienden en los bares y restaurantes, cuidan de nuestros niños y mayores... Son, en definitiva, nuestros vecinos.

Aquí no está en juego la dignidad de las personas. No nos llevemos a engaño: nosotros no vamos a devolverles ninguna dignidad, porque eso ni siquiera la exclusión social se lo puede arrebatar. Pero sí podemos trabajar para que su situación responda a esa preciosa dignidad que tienen y que resplandece en tantas ocasiones. 

"Son personas que ya viven entre nosotros: nos atienden en los bares y restaurantes, cuidan de nuestros niños y mayores... Son, en definitiva, nuestros vecinos"

Y ante los discursos de miedo, llevamos la esperanza, y también el realismo. La falta de derechos civiles de las personas migrantes en situación irregular empuja a la marginalidad, a la pobreza y a la miseria y, finalmente, también conducen a la falta de seguridad que, en muchas ocasiones, sufren más ellos y ellas que nosotros. Es precisamente esta situación deirregularidad de la que se aprovechan las mafias y los grupos criminales. Se aprovechan de la precariedad, de la pobreza y de la desesperación. Nosotros vamos a seguir trabajando con y por ellos.

España es un país históricamente acogedor, tierra de encuentro, cruce de caminos. Y por ello merece estar a la altura de sí misma. Por eso los próximos meses van a ser cruciales para todos nosotros. Sigamos desplegando esa gran red solidaria que está moviendo a cientos de miles de personas y que no pararán hasta conseguir que medio millón de nuestros vecinos y vecinas vean reconocidos sus derechos.