Entregarán una carta al Papa denunciando el "abandono" de la jerarquía Los ultras se concentran este jueves ante la Nunciatura para protestar por el silencio de los obispos ante la exhumación de Franco

Pintadas contra Osoro en la sede de la Nunciatura
Pintadas contra Osoro en la sede de la Nunciatura

"El Gobierno actual ha SECUESTRADO una Basílica e impedido asistir a Misa a los fieles"

Llaman a la "recatolización" de España frente a "la imposición de la ideología de género, la destrucción de la moral objetiva, la desintegración del concepto de familia"

"Nuestros pastores han cometido con Francisco Franco (para en que no pocas diócesis es imposible conseguir que se diga una Misa por su alma en el aniversario de su fallecimiento) una clara y flagrante muestra de ingratitud"

Los ultracatólicos no se cansan. Varias semanas después de la exhumación de Franco, y después de que aparecieran, en distintas parroquias de Madrid, Valencia y el resto de España, pintadas amenazantes llamando “Judas” y “Traidores” a los obispos españoles por su actitud ante la salida del dictador de Cuelgamuros, los nostálgicos han convocado una concentración este jueves, a las 19,30, en la sede de la Nunciatura, en cuya fachada principal todavía pueden verse los restos del 'Osoro traidor' inscrito con pintura roja.

El objetivo de la concentración, convocada por Alternativa Española, no es otra que dar la 'bienvenida' al nuevo Nuncio en España, Bernardito Auza (que llegará a nuestro país el próximo 1 de diciembre), y hacerle entrega de una carta en la que denuncian el “abandono” y la “ingratitud” de los obispos españoles ante la exhumación del dictador, “un hijo fiel de la Iglesia” que, en su opinión, “facilitó, impulsó y propició la reconstrucción de la Iglesia en España tanto en sus hombres como en sus cosas”.

Al tiempo, elogian la actitud del prior Cantera y de los benedictinos de Cuelgamuros, y contemplan con “escándalo cómo el gobierno actual ha SECUESTRADO (sic) una Basílica e impedido asistir a Misa a los fieles”.

Desasosiego y frustración

La carta comienza pidiendo al Nuncio que “traslade a Su Santidad el Papa Francisco, junto con el sentimiento de abandono que nos invade, nuestra preocupación, nuestro desasosiego, nuestra frustración, ante la crisis del catolicismo en España y la responsabilidad que en ello cabe no sólo a los católicos como tales sino también a quienes son sus pastores”.

“Asumimos -prosigue la nota- que en la España actual los católicos comenzamos a ser una minoría, que la España mayoritariamente católica, ideológica y culturalmente católica de hace 60 años ha desaparecido”, y que “no parece que nuestros pastores hayan trasladado a la práctica el discurso de Su Santidad Juan Pablo II animando a la recatolización de España en nuestro caso”.

Tras admitir que “no somos atoerigidos portavoces de los católicos, pero sí católicos preocupados ante el devenir de la Fe en España”. Así, invitan a Auza a trasmitir al Papa “nuestro desasosiego ante el avance de la sociedad anticristiana, de esa sociedad, fruto de la ingeniería realizada desde arriba, con el aplauso de unos y la connivencia de otros, en España”.

Navegamos sin timón

“Vivimos con desesperanza, ausentes de guía clara, la imposición de la ideología de género, la destrucción de la moral objetiva, la desintegración del concepto de familia, el progreso de la “teología” de la muerte, la pérdida o la ausencia de la Fe en la vida de gran parte de nuestra juventud –muestra clarividente del fracaso de los modelos educativos y de la inanidad de las asignaturas inmersas en nuestros planes de estudios–… Somos de esos católicos que navegamos sin velamen y sin timón, confiados, eso sí, solamente en nuestra Fe”, aclaran.

Una situación desesperada que, aseguran los firmantes, se ha agudizado con la exhumación del dictador Franco. “¿Qué podemos esperar los católicos cuando la Iglesia vuelve la espalda, como de hecho lo ha hecho, a quien fuera condecorado por Su Santidad Pío XII con la más alta condecoración vaticana, como Caballero de la Suprema Orden Ecuestre de la Milicia de Nuestro Señor Jesucristo, con el Gran Collar de Caballero del Santo Sepulcro de Jerusalén en tiempos de Pablo VI y considerado, hermano por el General de los Jesuitas? ¿Qué lección podemos extraer de la decisión de no amparar en su eterno descanso al Caballero de Cristo, del Santo Sepulcro y hermano, una vez que dejado atrás el paso en la tierra, en su eterno descanso cuando le corresponde poder reposar en una Basílica? ¿Qué ejemplo puede dar el menosprecio a quien, considerándose, por declaración propia, “hijo fiel de la Iglesia” facilitó, impulsó y propició la reconstrucción de la Iglesia en España tanto en sus hombres como en sus cosas?”, preguntan al Nuncio y, por extensión, al Papa.

Sin misas por Franco el 20-N

“Los católicos que firmamos esta carta, que también somos Iglesia”, subrayan, “estimamos que nuestros pastores han cometido con Francisco Franco (para en que no pocas diócesis es imposible conseguir que se diga una Misa por su alma en el aniversario de su fallecimiento) una clara y flagrante muestra de ingratitud, que probablemente él, en lo alto, habrá ofrecido como un servicio más a la Iglesia en la que creyó”.

Por ello, piden al Nuncio que “traslade a Su Santidad la frustración y el sentimiento de abandono que invade a estos católicos” ante la actitud de la jerarquía frente a la exhumación. “No ha habido protesta pública alguna por parte de nuestros pastores ante los acontecimientos, ni tan siquiera cuando se accedido a suelo sagrado pese a la negativa por parte del prior a conceder el necesario permiso vulnerándose así el Concordato”.

“No la ha habido, incluso cuando se ha ejercido no la violencia física pero sí moral contra quienes tenían y tienen la misión de ofrecer la Santa Misa, todos los días, por los caídos, por todos los caídos en la guerra civil en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos porque para ello fue creada por su fundador”, insiste la carta, en alusión al prior Cantera y los monjes de Cuelgamuros.

“Sin una palabra de sus pastores los católicos, al menos los católicos que firmamos esta carta, hemos visto con escándalo como el gobierno actual ha SECUESTRADO (sic) una Basílica, impedido asistir a Misa a los fieles, obligado progresivamente a dejar de oficiar la Santa Misa a la Comunidad, invadido con armas el recinto, prohibido a la Comunidad acceder al templo… una Basílica que, como usted no ignora y debe conocer a través de la prensa, se encuentra amenazada de destrucción”, concluye la carta, que acaba orando por “el milagro de una recatolización que cada vez se nos antoja más lejana cuando nos sentimos, como en estos días, como en estos años, abandonados por nuestros pastores”.



Carta de Alternativa Española al Nuncio by Religión Digital on Scribd

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