Día Mundial de la Salud
Siete de abril: Día Mundial de la Salud
El 7 de abril pasado hemos celebrado el día mundial de la salud, que conmemora el aniversario de la Fundación de la Organización Mundial de la Salud en 1948 (OMS).
Lamentablemente empezamos a valorar la salud cuando la perdemos, pero la olvidamos cuando estamos bien. Todos tenemos claro que lo importante es prevenir. Esto hay que hacerlo ya desde antes de nacer, cuidando la salud de quienes van a ser padres, pues desde la etapa en el seno materno y hasta los 20 años estamos en constante proceso de desarrollo, ya que el desarrollo cerebral no se estabiliza del todo, más o menos, hasta esa edad.
Todo el proceso de desarrollo cerebral, incluso el de antes de nacer, está influenciado por condiciones ambientales, incluyendo entre ellas la nutrición, el cuidado, el afecto y la estimulación individual que reciba cada uno. El impacto del ambiente es muy positivo o muy negativo, no sólo en el desarrollo general del cerebro, sino también en la construcción del intrincado proceso de interconexión neuronal, que los científicos han llamado "el cableado del cerebro", así como en la estructuración general de la personalidad.
Este concepto de "cableado" o "circuitos" se usa para referirse a la complejidad de la red neuronal. Los elementos básicos son las células cerebrales (neuronas) y las interconexiones que se establezcan entre ellas (sinápsis). La mayoría de las neuronas surgen entre el cuarto y sétimo mes de gestación, las cuales se van conectando entre si, hasta el punto que un recién nacido ya tiene más de un trillón de conexiones cerebrales, que seguirán aumentando durante los dos-tres primeros años de vida. Las sinápsis son vitales tanto para el desarrollo normal como para el proceso del aprendizaje.
Aquí viene el gran problema: en esta etapa de la vida el niño es totalmente sensible a toda clase de estímulos (físicos, emocionales...), pero el más grave es la falta de alimentación o desnutrición, que puede empezar ya en el seno materno, por desnutrición de la propia madre, afectando muy gravemente al desarrollo cerebral.
Pero la gravedad del problema se hace mucho más cruel sabiendo que ese subdesarrollo cerebral es permanente e irrecuperable; irreversible. Sus negativas consecuencias son para toda la vida. El niño desnutrido en esa primera etapa de la vida nunca alcanzará todo el potencial de su desarrollo cerebral, quedando limitado para el resto de sus días. En Guatemala se calcula que el 50 % de los niños sufren este gravísimo problema, y hay países aun más pobres en Africa, o la India, cuya desnutrición infantil es superior al 50 %.
Este problema no afecta solo a los niños que lo sufren, sino que pone en peligro a generaciones enteras y al propio país que lo sufre.
Cerebro, jóvenes, alcohol y drogas: Según un profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, el 87 por ciento de los españoles entre 15 y 65 años ha bebido alcohol alguna vez. La disminución del volumen cerebral por la muerte de neuronas se establece como el principal problema del abuso del alcohol, a juicio de este profesor universitario, y es que esta sustancia «afecta tanto a las conexiones cerebrales como a la sustancia gris». De esta manera se puede llegar a perder memoria: «Los jóvenes tendrán más dificultad para generar nuevos recuerdos». La coordinación y otras funciones esenciales pueden verse también afectadas.
Un 60 por ciento de los jóvenes asturianos de 14 años consumen regularmente alcohol, mientras que el porcentaje asciende hasta el 74 % a los 15 años, y al 91 % a los 17 años, según datos que baraja el Servicio de Salud del Principado (SESPA).
“Inclinada sobre la mesa mirando aquel polvo blanco, accedí a la invitación y esnifé mi primera raya de coca. Al mes siguiente, volví a enfrentarme a ella en aquella larga noche donde caerían los gramos a pares. Fue el principio de los 5 años que duró mi pesadilla, presa de mis mentiras, de robos de dinero en casa, de días sin aparecer ni dar señales de vida, de abandonar mis estudios, la culpable de los llantos y las penas de mis padres… Una agonía que mata en vida... Te desesperas, el corazón late con una fuerza descomunal, no comes, no duermes, la depresión es tu pan de cada día…”(Tomado de Drogas.info)
La Generalitad detectó algunos casos de “síndrome de alcoholismo fetal (SAF)”, vinculado al consumo de alcohol de la madre durante la gestación (El País 26/02/17).
Jesucristo dio una extraordinaria importancia a la salud: curaba a todos cuantos enfermos llegaban a El, o se la pedían para otros. El Evangelio está cuajado de curaciones, y siempre las atribuye a la fe de quienes se la pedían, no a si mismo, para resaltar la importancia y el valor de cada persona. Por eso les dice: “tu fe te ha curado”.
Por lo mismo dio también tanta importancia a la comida, hasta el punto de mandar recoger lo que sobraba, para que nada se perdiese, después de alimentar a multitudes. Desperdiciar comida es un crimen contra los hambrientos del mundo. Jesús llega incluso al extremo de identificarse con ellos y condicionar la plenitud definitiva al compromiso con los hambrientos: “porque tuve hambre y Me disteis de comer”..."venid a tomar posesión del Reino". (Ver Mateo 25,31-46).
Es evidente que toda religión sin una fe comprometida con la liberación integral de los empobrecidos del mundo, es sencillamente falsa.
San Ambrosio (C.340-397)escribió: "¿Quieren en verdad honrar el cuerpo de Cristo? No consientan que esté desnudo. No lo honren en el templo con manteles de seda mientras fuera lo dejan pasar frío y desnudez. Porque el mismo que dijo: 'Esto es mi cuerpo', y con su palabra afirmó nuestra fe, dijo también: 'Me vieron hambriento y no me dieron de comer'. Y: 'Lo que no hicieron con uno de mis hermanos más pequeños, tampoco lo hicieron conmigo'... ¿Qué le aprovecha al Señor que su mesa esté llena de vasos de oro, si Él se consume de hambre? Sacien primero su hambre y luego, con lo que les sobra, adornen también su mesa".
Según esto, tengo para mi, tal vez estoy equivocado, que el mensaje del Evangelio de Jesucristo, se convirtió en una religión más, el catolicismo, pero se quedó sin cristianismo, pues cada vez damos más importancia a los cultos, los ritos, las solemnidades, las procesiones, las imágenes, las peregrinaciones (excursiones), o hacemos unas colectas, pero no nos comprometemos con la justicia, la igualdad, la fraternidad, la lucha por la liberación integral de los oprimidos con proyectos que devengan en procesos de su liberación integral.
Un cordial aludo a tod@s.-Faustino
El 7 de abril pasado hemos celebrado el día mundial de la salud, que conmemora el aniversario de la Fundación de la Organización Mundial de la Salud en 1948 (OMS).
Lamentablemente empezamos a valorar la salud cuando la perdemos, pero la olvidamos cuando estamos bien. Todos tenemos claro que lo importante es prevenir. Esto hay que hacerlo ya desde antes de nacer, cuidando la salud de quienes van a ser padres, pues desde la etapa en el seno materno y hasta los 20 años estamos en constante proceso de desarrollo, ya que el desarrollo cerebral no se estabiliza del todo, más o menos, hasta esa edad.
Todo el proceso de desarrollo cerebral, incluso el de antes de nacer, está influenciado por condiciones ambientales, incluyendo entre ellas la nutrición, el cuidado, el afecto y la estimulación individual que reciba cada uno. El impacto del ambiente es muy positivo o muy negativo, no sólo en el desarrollo general del cerebro, sino también en la construcción del intrincado proceso de interconexión neuronal, que los científicos han llamado "el cableado del cerebro", así como en la estructuración general de la personalidad.
Este concepto de "cableado" o "circuitos" se usa para referirse a la complejidad de la red neuronal. Los elementos básicos son las células cerebrales (neuronas) y las interconexiones que se establezcan entre ellas (sinápsis). La mayoría de las neuronas surgen entre el cuarto y sétimo mes de gestación, las cuales se van conectando entre si, hasta el punto que un recién nacido ya tiene más de un trillón de conexiones cerebrales, que seguirán aumentando durante los dos-tres primeros años de vida. Las sinápsis son vitales tanto para el desarrollo normal como para el proceso del aprendizaje.
Aquí viene el gran problema: en esta etapa de la vida el niño es totalmente sensible a toda clase de estímulos (físicos, emocionales...), pero el más grave es la falta de alimentación o desnutrición, que puede empezar ya en el seno materno, por desnutrición de la propia madre, afectando muy gravemente al desarrollo cerebral.
Pero la gravedad del problema se hace mucho más cruel sabiendo que ese subdesarrollo cerebral es permanente e irrecuperable; irreversible. Sus negativas consecuencias son para toda la vida. El niño desnutrido en esa primera etapa de la vida nunca alcanzará todo el potencial de su desarrollo cerebral, quedando limitado para el resto de sus días. En Guatemala se calcula que el 50 % de los niños sufren este gravísimo problema, y hay países aun más pobres en Africa, o la India, cuya desnutrición infantil es superior al 50 %.
Este problema no afecta solo a los niños que lo sufren, sino que pone en peligro a generaciones enteras y al propio país que lo sufre.
Cerebro, jóvenes, alcohol y drogas: Según un profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, el 87 por ciento de los españoles entre 15 y 65 años ha bebido alcohol alguna vez. La disminución del volumen cerebral por la muerte de neuronas se establece como el principal problema del abuso del alcohol, a juicio de este profesor universitario, y es que esta sustancia «afecta tanto a las conexiones cerebrales como a la sustancia gris». De esta manera se puede llegar a perder memoria: «Los jóvenes tendrán más dificultad para generar nuevos recuerdos». La coordinación y otras funciones esenciales pueden verse también afectadas.
Un 60 por ciento de los jóvenes asturianos de 14 años consumen regularmente alcohol, mientras que el porcentaje asciende hasta el 74 % a los 15 años, y al 91 % a los 17 años, según datos que baraja el Servicio de Salud del Principado (SESPA).
“Inclinada sobre la mesa mirando aquel polvo blanco, accedí a la invitación y esnifé mi primera raya de coca. Al mes siguiente, volví a enfrentarme a ella en aquella larga noche donde caerían los gramos a pares. Fue el principio de los 5 años que duró mi pesadilla, presa de mis mentiras, de robos de dinero en casa, de días sin aparecer ni dar señales de vida, de abandonar mis estudios, la culpable de los llantos y las penas de mis padres… Una agonía que mata en vida... Te desesperas, el corazón late con una fuerza descomunal, no comes, no duermes, la depresión es tu pan de cada día…”(Tomado de Drogas.info)
La Generalitad detectó algunos casos de “síndrome de alcoholismo fetal (SAF)”, vinculado al consumo de alcohol de la madre durante la gestación (El País 26/02/17).
Jesucristo dio una extraordinaria importancia a la salud: curaba a todos cuantos enfermos llegaban a El, o se la pedían para otros. El Evangelio está cuajado de curaciones, y siempre las atribuye a la fe de quienes se la pedían, no a si mismo, para resaltar la importancia y el valor de cada persona. Por eso les dice: “tu fe te ha curado”.
Por lo mismo dio también tanta importancia a la comida, hasta el punto de mandar recoger lo que sobraba, para que nada se perdiese, después de alimentar a multitudes. Desperdiciar comida es un crimen contra los hambrientos del mundo. Jesús llega incluso al extremo de identificarse con ellos y condicionar la plenitud definitiva al compromiso con los hambrientos: “porque tuve hambre y Me disteis de comer”..."venid a tomar posesión del Reino". (Ver Mateo 25,31-46).
Es evidente que toda religión sin una fe comprometida con la liberación integral de los empobrecidos del mundo, es sencillamente falsa.
San Ambrosio (C.340-397)escribió: "¿Quieren en verdad honrar el cuerpo de Cristo? No consientan que esté desnudo. No lo honren en el templo con manteles de seda mientras fuera lo dejan pasar frío y desnudez. Porque el mismo que dijo: 'Esto es mi cuerpo', y con su palabra afirmó nuestra fe, dijo también: 'Me vieron hambriento y no me dieron de comer'. Y: 'Lo que no hicieron con uno de mis hermanos más pequeños, tampoco lo hicieron conmigo'... ¿Qué le aprovecha al Señor que su mesa esté llena de vasos de oro, si Él se consume de hambre? Sacien primero su hambre y luego, con lo que les sobra, adornen también su mesa".
Según esto, tengo para mi, tal vez estoy equivocado, que el mensaje del Evangelio de Jesucristo, se convirtió en una religión más, el catolicismo, pero se quedó sin cristianismo, pues cada vez damos más importancia a los cultos, los ritos, las solemnidades, las procesiones, las imágenes, las peregrinaciones (excursiones), o hacemos unas colectas, pero no nos comprometemos con la justicia, la igualdad, la fraternidad, la lucha por la liberación integral de los oprimidos con proyectos que devengan en procesos de su liberación integral.
Un cordial aludo a tod@s.-Faustino