Del anatema al diálogo (conversando con Tamayo)

Del anatema al diálogo (Juanjo Tamayo )
Del anatema al diálogo (Juanjo Tamayo )

Los diferentes modelos de relación entre ciencia y religión (Parte I)

Juan José, en la entrevista anterior hablamos de la relación entre filosofía y teología en un diálogo muy lúcido y clarificador. En esta nueva conversación vamos a abordar los diferentes modelos de relación entre ciencia y religión. Creo que el mejor título es “Del anatema al diálogo”.

__ Esta es mi primera pregunta:

¿Estás de acuerdo con la imagen que la Modernidad ofrece de la ciencia y de la religión?

    JJT. ► Ciertamente, no. La imagen que ofrece Modernidad de la ciencia es la de una forma de conocimiento objetivo, racional, universal, acumulativo, progresivo, basado en demostraciones empíricas difícilmente refutables y sin carga teórica alguna. Según esta imagen, las teorías científicas son evaluadas conforme a criterios bien definidos y verificados atendiendo a datos que no admiten discusión. Los criterios y los datos de la ciencia se presentan como independientes del sujeto individual e inmunes a toda influencia cultural contextual. La ciencia, o mejor, no pocos científicos dicen caracterizarse por un distanciamiento objetivador del investigador. Tal imagen ha calado en amplios sectores de la ciudadanía.

La religión, por el contrario, es vista como una actividad que se mueve en el ámbito subjetivo, se caracteriza por lo emocional, por la implicación de la persona o la comunidad creyente y por ser una experiencia individual.

Tal imagen y tal contraste entre ciencia y religión, sin embargo, es hoy objeto de cuestionamiento. La distinción entre ambas no resulta tan tajante. La ciencia no es tan objetiva como se nos presenta, ni la religión es tan solo subjetiva. Los datos de la ciencia no están libres de presupuestos teóricos. Estos influyen en la selección, el registro y la interpretación de dichos datos. Se cuestiona también el estatuto del observador en la ciencia. Toulmin asevera, según la referencia de Barbour, que “todo experimento es una acción en la que nosotros tomamos parte no solo como observadores, sino como agentes. El observador es, en cuanto sujeto, un participante inseparable del objeto de observación” (Ian G. Barbour, Religión y ciencia, Trotta, Madrid, 2004, p.162). 

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Siguiendo la tipología propuesta por varios autores, distingo tres  modelos de relación de ambos fenómenos: el de incompatibilidad y conflicto, el de independencia y autonomía y el de diálogo y cooperación. A lo largo de esta entrevista vamos a analizar dichos modelos.

__ Pues, empecemos por el modelo de incompatibilidad y conflicto

    JJT. ► Sí, claro. En la respuesta a esta pregunta tendré muy en cuenta el análisis de Ian Barbour en su libro ya citado Religión y ciencia[1]. En el modelo de incompatibilidad entre ciencia y religión coinciden dos concepciones del mundo que se encuentran en las antípodas: el materialismo científico y el literalismo de los textos de las religiones reveladas, en concreto, la Biblia hebrea, la Biblia cristiana y el Corán. Ambas convienen en la existencia de un conflicto insalvable entre la ciencia moderna y las creencias religiosas tradicionales.

El materialismo científico fundamenta el conocimiento en la lógica y los datos sensibles. El literalismo bíblico pone el fundamento del conocimiento en la infalibilidad de la Sagrada Escritura, considerada Palabra de Dios, que dice verdad en todas y cada una de las afirmaciones del texto revelado. La característica que atribuyen a dicho texto es la inerrancia. Ambas concepciones compiten en la pretensión de verdad de sus afirmaciones.   

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Dos son los supuestos de los que parte el materialismo científico: que el método científico es la única vía fiable de acceso al conocimiento, en otras palabras, que la ciencia posee todo el mapa de verdad; y que la materia y la energía constituyen la realidad fundamental del universo, en otras palabras, que la ciencia desvela y describe de manera rigurosa la naturaleza de lo real. Según esto, las creencias religiosas no son aceptables porque la religión no tiene criterios de evaluación similares a los de la ciencia ni posibilidad alguna de contrastación experimental. 

En el terreno filosófico este planteamiento es defendido por el positivismo lógico, que considera el lenguaje científico la norma de todo lenguaje significativo. Los únicos enunciados con sentido, amén de las relaciones lógicas abstractas, son las afirmaciones empíricamente verificables. De dichas proposiciones hay que excluir las afirmaciones éticas, religiosas y metafísicas, que no son ni verdaderas ni falsas, son proposiciones sin sentido y “sin alcance cognitivo alguno” (Barbour, p. 136).

La respuesta de los críticos del positivismo lógico es que los datos sensibles no proporcionan a la ciencia un punto de partida del que no puede dudarse. Eso, por una parte. Por otra, la ciencia no puede ser la norma de todo discurso, ya que el lenguaje posee diversos usos y funciones y se mueve en diferentes contextos (es el Sitz im leben del segundo Wittgenstein).

Tamayo. Otra religión es  posible

[1] Para una profundización en torno a los modelos de relación entre ciencia y religión, cf. Juan José Tamayo, Otra religión es posible, Desafíos de la ciencia y la religión, Ediciones Feadulta, Las Rozas de Madrid, 2011, pp. 133-169.

__ Juan José, conoces bien la corriente de los llamados “nuevos ateos”. ¿Crees que hay que situarlos dentro de este modelo de incompatibilidad y conflicto?

    JJT.► Creo que sí. El ateísmo clásico y el agnosticismo han perdido fuerza intelectual, e incluso popularidad durante las últimas décadas, y han sido sustituidos por el “nuevo ateísmo”, que algunos llaman, entre el desdén y la minusvaloración intelectual, “ateísmo de superventas” porque los libros en los que los autores exponen sus teorías han llegado a un público muy amplio y se han convertido en verdaderos best sellers. Me refiero a las obras de científicos y filósofos como Richard Dawkins, Christopher Hitchens, Sam Harris, Daniel Dennett, Michel Onfray, Piergiorgio Oddifredi y otros. Es esta una corriente que no se queda en los debates académicos y en los libros de ciencia o filosofía, sino que ha saltado a los medios de comunicación y ha llegado incluso a colarse en los anuncios de los autobuses.

probablemente Dios no existe. fuente_El confidencial

Como reacción frente a campañas cristianas hechas hace un unos años en los autobuses que anunciaban la pena del infierno para los no creyentes, diferentes asociaciones de ateos reaccionaron, primero en Londres y luego en otras grandes ciudades, con una campaña similar con el slogan “Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida”. De nuevo se radicalizó con motivo del bicentenario del nacimiento de Darwin y del ciento cincuenta aniversario de la publicación de El origen de las especies.

Lo que ha alarmado realmente a los nuevos ateos es la pervivencia de la religión e incluso su nuevo despertar en el espacio público en contra de los pronósticos de los sociólogos de la religión del siglo XX, que anunciaron su desaparición o, al menos, su reclusión en la esfera privada, dando lugar, en expresión de Thomas Luckman, a la “religión invisible”. Con motivo de la celebración del 30º aniversario de la publicación de El gen egoísta, de Richard Dawkins, el escritor McEwan defendió la necesidad de que la religión volviera a su lugar natural. ¿Cuál era este? El ámbito privado.

genética religión bíblica

Las obras de los “nuevos ateos”, en su mayoría, no son análisis históricos, antropológicos, sociológicos, psicológicos, fenomenológicos o filosóficos críticos de los sistemas de creencias religiosas, como correspondiera a los expertos en ciencias de las religiones. Se presentan, más bien, como alegatos contra la religión, contra las religiones, a las que no reconocen elemento positivo alguno y califican en su conjunto de intrínsecamente perniciosas y malignas. Su objetivo es la liberación de la religión o, mejor, su eliminación como condición necesaria para vivir en un mundo más seguro y feliz. Dios, identificado con la religión, aseveran, hace a los seres humanos infelices y los torna violentos.

El nuevo ateísmo da argumentos para defender sus propuestas. Apelan a las ciencias de la naturaleza como único fundamento fiable de verdad para, así, rechazar toda fe religiosa a la que califica de superstición carente de pruebas. Se incurre así en el cientificismo, cuyo principal presupuesto es que ciencia y religión nunca pueden dialogar, y menos aún colaborar. Son irreconciliables en sus métodos, en sus contenidos y en sus formas de verificación. En la guerra entre religión y ciencia, esta se convierte en arma contra la religión. 

ateñismo principiantes Dawkins

__ ¿Por qué, Juanjo?

    JJT.► Esta es su respuesta. A la ciencia le corresponde la explicación, mientras que la religión, por principio, es, incapaz de explicar nada porque es irracional. Todo lo contrario, lo único que hace es ocultar los avances científicos e ir contra el progreso social. Ahora bien, la religión sí puede explicarse desde la perspectiva evolucionista como un “subproducto o consecuencia accidental” o como “un fallo de algo útil”, afirma el biólogo inglés Richard Dawkins en El espejismo de Dios.

Tanto en la evolución biológica como en la cultural, explica Dawkins, se produce una clonación: en a evolución biológica quien se clona es el gen; en la cultura es una entidad construida que Dawkins llama “meme”. La idea de Dios es el mayor ejemplo del “meme” o de virus. El “meme-dios” o el “virus-dios” es el clon o la réplica que infecta el ambiente creado por la cultura humana y a los seres humanos. Una infección que viene de lejos y que supervive todavía hoy. Pero su supervivencia, razona el biólogo, no es prueba alguna de su veracidad. Es sólo un espejismo o una ilusión. 

nuevo ateísmo científico. Fuente_El País

__ ¿Ves alguna contradicción o falta de lógica en el modo de razonar de los científicos  del “nuevo ateísmo”?

    JJT. ► Sí. Dicen excluir de las ciencias naturales todo compromiso metafísico, sobre todo el de carácter religioso y, sin embargo, operan con presupuestos filosóficos y metafísicos, consciente o inconscientemente, de manera no confesada. Ahora bien, si fueran coherentes con ese principio, deberían mantenerse neutrales en materia de creencias religiosas y no refutar, como tampoco defender, la religión ni el ateísmo. Pero no proceden así. Hacen una excepción en su supuesta neutralidad metafísica y utilizan la ciencia contra la religión y defienden el ateísmo como actitud científica. Coincido a este respecto con Alister E. McGrat –teólogo inglés que estudió Ciencias Naturales en la Universidad de Oxford- en que este modo de proceder, lejos de ser científico, es un acto de “prestidigitación intelectual”.

Alister McGrath

Estos autores tienden a olvidarse de distinguir entre cuestiones científicas y cuestiones filosóficas. Al menos en sus escritos divulgadores tienden a invocar la autoridad de la ciencia para presentar ideas que, en sí mismas, no forman parte de la ciencia.

__ ¿Entonces, la lectura literalista de los textos considerados revelados es la única forma de acceso a los mismos en las tradiciones judía, cristiana e islámica?

    JJT. ► Por supuesto que no. Hay otras muchas lecturas. Por centrarnos en la tradición cristiana, Enel  siglo III de la era común Orígenes (185-253) ya hablaba en el Peri archôn de tres sentidos de la Escritura correspondientes a los tres elementos de que, conforme a su antropología,  está compuesto el ser humano -cuerpo, alma y espíritu-: el literal, somático o histórico: que busca la comprensión del texto en su significado literal y obvio y es el único sentido que perciben los principiantes; el psíquico, más difícil de definir, que perciben los avanzados, y el alegórico o espiritual, que es el sentido oculto a descubrir y que perciben los expertos. Lo que buscaba Orígenes era un método de exégesis, cuyo objetivo era, en palabras suyas, “que la Escritura nos enseñe a pensar” (Peri archôn, IV.2.4).

Los Padres de la Iglesia y los teólogos medievales se referían a cuatro sentidos de la Escritura: el literal, que enseña los hechos; el alegórico, que enseña lo que hay que creer; el moral, lo que hay que hacer; el anagógico, lo que hay que esperar. En la Modernidad se aplicaron los métodos histórico-críticos al estudio de la Biblia, se distinguieron los diferentes géneros literarios en la biblia hebrea y la Biblia cristiana y se aplicó la hermenéutica.

hermenéutica

__ ¿Qué sucede con la creación de la Inquisición, Tamayo?

    JJT. ► Que se impuso oficialmente y de manera autoritaria la lectura literalista de la Biblia, que desembocó en el conflicto entre ciencia y religión, entre las investigaciones científicas y los textos revelados con las consiguientes condenas de los avances científicos por parte del Vaticano.  Veamos algunos ejemplos.

Galileo inquisición

La Inquisición condenó a Galileo Galilei (1564-1642) y su teoría heliocéntrica a partir del texto bíblico que describe la detención del movimiento del sol por parte de Josué. El libro de Josué narra la victoria de los israelitas contra los cinco reyes en Gabaón en un acto de violencia de Dios mientras los vencidos huían: “Dios hizo caer sobre ellos una tremenda granizada… y murieron todos. Murieron más por la piedra de granizo que por la espada” (Josué 10, 6-11). Tras la victoria, Josué se dirigió a Dios y dijo: “¡Sol, detente sobre Gabaón! ¡Y tú, luna, sobre el valle de Ayalón! Y el sol se detuvo y la luna se paró hasta que el pueblo se vengó de los enemigos” (Josué 10, 12-13). Y el texto continúa:

“Todo esto está escrito en el Libro del Justo- El sol se detuvo y tardó un día entero en ponerse. No ha habido un día como aquél, ni antes ni después, en el que el Señor haya obedecido la voz de un hombre, porque el Señor combatía a favor de Israel” (10,13-14)

El Vaticano consideraba herética la teoría de la evolución porque rechazaba la idea de la naturaleza como diseño divino, constituía una amenaza a la dignidad humana y, en definitiva, suponía un cuestionamiento de la Escritura que en el libro del Génesis afirma la creación directa del ser humano por Dios: en el relato igualitario, la creación del ser humano como hombre y mujer a imagen y semejanza divinas; en el relato discriminatorio, la creación del hombre del barro de la tierra y de la mujer de una costilla de Adán, de Génesis 2,4b.

El fundamento de la condena en ambos casos era la inerrancia de la Biblia. Problema: quién detentaba el poder en todos los campos, incluido en el del conocimiento.

Distinta fue la actitud de la teología liberal, que aceptó el análisis histórico-crítico de los textos y la teoría de la evolución ya que encajaba perfectamente con su visión optimista del progreso histórico.

__ ¿Y hoy?

    JJT. ► Papel fundamental en la incompatibilidad y en el conflicto entre ciencia y religión juegan el fundamentalismo evangélico y el integrismo católico desde las primeras décadas del siglo XX hasta nuestros días. Dentro del integrismo católico, hay que situar la Declaración de la Comisión Bíblica romana de 1905 que declaraba históricos los tres primeros capítulos del Génesis que describían la creación divina del mundo en seis días y el sexto, la creación del ser humano.

ANTI EVOLUCIÓN SCOPES

Dentro del mundo fundamentalista evangélico de Estados Unidos, el primer choque entre la ciencia y la religión se produjo en Dayton con motivo del “caso Scopes” o “Juicio de los monos” en 1925. Los fundamentalistas evangélicos acusaron al joven profesor de biología John T. Scopes, que enseñaba la teoría de la evolución en el liceo con el argumento de que su enseñanza estaba en contradicción con la visión creacionista ofrecida por el Génesis. El tribunal dio la razón a los fundamentalistas y el profesor fue destituido, pero el cristianismo sufrió un gran descrédito en el mundo científico y en la ciudadanía.  

Con motivo de la pandemia provocada por el coronavirus ha reaparecido en las comunidades evangélicas fundamentalistas, que interpretan la pandemia como un castigo de Dios a la humanidad por la maldad del género humano, por haberse apartado de la religión y por el ateísmo cada vez más extendido. La respuesta la encuentran en la vuelta a la religión y a la fe en Dios, desconfiando de la ciencia, dándole la espalda o, al menos, dudando de su eficacia.

Un ejemplo paradigmático del rechazo de la ciencia durante la pandemia fueron las mega-iglesias evangélicas brasileñas que cuentan con grandes tempos, que mantuvieron abiertos con afluencia de miles de personas durante la pandemia, acogiéndose a un decreto de Bolsonaro, que consideraba los actos religiosos como “servicios esenciales”, poniendo así en peligro la vida de los miles de fieles que asistían a dichos actos. 

Lula Bolsonaro genocidio

Sus pastores minusvaloraron la gravedad del coronavirus, desconfían de la ciencia y propusieron como alternativa la fe. El multimillonario obispo Edir Macedo, dueño de un holding de medios de comunicación y pastor de la Iglesia Universal del Reino de Dios, que consagró a Bolsonaro, con quien ha hecho una alianza, que yo califico de “cristoneofascismo”. afirmaba en sus predicaciones que el coronavirus es una estrategia de Satanás para infundir miedo, pánico, incluso terror, que solo afecta a las personas sin fe y proponía como   antídoto el “coronafé”, que consideraba eficaz únicamente para quienes creen firmemente en la palabra de Dios. El propio Bolsonaro llegó a hacer exorcismos contra el coronavirus ante un grupo de evangélicos que lo esperaban a las puertas del palacio presidencial.     Los recursos que creían más eficaces ante escenarios dramáticos como el que estábamos viviendo fueron pedir la intervención de Dios para que hiciera el milagro de la curación, la práctica de los rituales religiosos en sus formas mágicas más que como celebración festiva de la vida y la relación venal y mercantil de la divinidad. Esta actitud es la que, sin duda, más daño hace a la religión y mayor alejamiento de ella produce.

__ ¿Tiene algo en común planteamientos tan dispares como el materialismo científico y el literalismo de los textos revelados? 

    JJT. ► Por contrapuestos que sean, y de hecho lo son, ambos planteamientos tienen un punto en común. El materialismo científico con frecuencia sale de su campo científico e incurre en pretensiones metafísicas. El literalismo bíblico va más allá del ámbito de la teología y reclama el reconocimiento de una autoridad científica, que no le compete.

Ciencia-y-fe

֍ Muchísimas gracias, Juanjo. Entiendo que no todo el mundo posee los conocimientos interdisciplinares necesarios para adentrarse sin prejuicios en la historia de la ciencia y de la religión, para poder interpretarla -como usted lo hace- con suma inteligencia y cuidado. Con su permiso, vamos a dejarlo aquí, solo por ahora. Retomaremos el resto de cuestiones que hemos tratado sobre ciencia y religión y seguiremos ahondando en sus diferentes modelos en la próxima entrega. Una nueva cita para los fieles lectores.

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