El Vicario General, D. José Luis Castro, presidirá la Comisión Diócesana La Diócesis de Astorga pone en marcha el Diaconado Permanente
El diaconado permanente puede ser conferido a hombres célibes o casados
Se elaborará un Directorio Diocesano y los trabajos serán supervisados por el Obispo Jesús Fernández
Alfonso del Río, corresponsal en Astorga
Casi dos años después de que el 22 de enero del 2019 el Diaconado Permanente fuera instaurado en la Diócesis de Astorga mediante un Decreto dictado por el entonces obispo, Juan Antnio Menéndez, fallecido repentinamente, a partir del presente curso se reactivan las diversas iniciativas para la promoción y desarrollo de este proyecto que tuvo que quedar en suspenso por el repentino fallecimiento del anterior obispo.
El Vicario General de, D. José Luis Castro, ha sido nombrado Presidente de una Comisión diocesana, formada por los que serán también los responsables de la formación y acompañamiento de los futuros candidatos, ha empezado a coordinar y promover, por encargo del obispo Jesús Fernández, los trabajos necesarios para impulsar la puesta en marcha efectiva del Diaconado Permanente. Entre estos trabajos, se encuentra la elaboración de un directorio diocesano con un reglamento normativo necesario para el funcionamiento de este ministerio.
Para dar a conocer la identidad y misión de los diáconos permanentes, la comisión ha elaborado un tríptico informativo que está siendo distribuido entre los sacerdotes y fieles en las parroquias, con el objetivo de difundir las características de este proyecto diocesano, anunciar los requisitos que han de cumplir los interesados, orientar la recepción de solicitudes y acompañar a los posibles aspirantes.
Tras recibir las solicitudes de los interesados hasta finales de año a través de las parroquias, está previsto que a principios de enero se convoque a una reunión a todas las personas que hayan solicitado su acceso al Diaconado permanente en la Diócesis junto a sus respectivos párrocos. "...La finalidad primordial de este primer encuentro es recibirles en la Diócesis y presentarles el plan de formación a seguir que, además de los estudios teológicos durante tres cursos, contempla la realización de un encuentro mensual para la formación humana, espiritual y pastoral durante este período, todo intercalado con distintos momentos de oración, charlas, retiros, convivencia con ellos y sus familias, según explica, José Luis Castro.
El diaconado permanente puede ser conferido a hombres célibes o casados.
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