LOS OBISPOS NO SABEN ESCRIBIR
Son tan frecuentes y documentadas las quejas que nos llegan en relación con “la callada por respuesta”, dada por tantos obispos españoles como sacrosanta reacción a peticiones y a sugerencias por parte de sacerdotes , laicos y “laicas”, que se nos ha ocurrido benevolentemente concluir que es que los obispos no saben escribir. Recientemente uno de los profesores más reconocidos dentro y fuera de España nos informó de un puñado de cartas con direcciones episcopales, cuya contestación hasta el presente “et ultra”, habían de permanecer en el más riguroso silencio palaciego….
Reflexionar sobre casos y situaciones tan “normales” como estas, es posible que resulte ser de utilidad para muchos.
Yo creo que sí, que los obispos saben escribir. En castellano, en sus lenguas vernáculas y algunos -no todos- bién en latín. , aunque el inglés y el chino les resulten “paganos” y lo cambiaran por el griego clásico , el hebreo, y el arameo, en sus bíblicas versiones . Los obispos saben escribir, de tal modo que en diócesis, y sobre todo super-diócesis, sus obras completas les son publicadas con fondos procedentes de la “X” de las declaraciones de Hacienda o de colectas parroquiales…
Entonces, ¿por qué sistemáticamente no contestan los obispos las cartas de sus diocesanos, ni la Conferencia Episcopal las relacionadas con los temas referidos a sus respectivas Comisiones?¿Es que no quieren problemas, o creen , en el mejor de los casos, que el tiempo los resolverá y “sea lo que Dios quiera”, por ser esa su santa voluntad?. ¿Acaso solo creen en Dios, o en que ellos prelaticiamente son quienes son, y ejercen como sus representantes “así en la tierra como en el cielo”, y mejor si se limitan a permanecer en el, silencio creador , o re- creador, de la espera o de contemplaciones ociosas?’
De por sí, y frontalmente, se rechaza la tentación de que al episcopado globalmente se le haya sido impuesto, desde las más altas esferas, el nuevo voto del silencio, dado que este es roto y hecho añicos por algunos miembros del episcopado - casi siempre los mismos- que aprovechan ser poseedores de sus mitras y báculos y con ellos tratar y condenar a los no proclives al conservadurismo que encarnan, y más a quienes se confiesen devotos seguidores del papa Francisco…
Bien que hacen lucir su verbo en declaraciones en sus Hojas Diocesanas, con la vacua y ostentosa convicción de que los medios de comunicación se harán eco de sus necedades e imprudencias, carentes de Evangelio, pero sobradas de añoranzas y con temores de perder la “dignidad” de su estatus personal y colectivo, revestidos de ornamentos sagrados . Pero que conste que no es cuestión de Evangelio. . Lo es de preponderancia, de rito, de seguridad de ser y estar siempre y por ministerio en posesión de la verdad en esta vida y en la otra, contempladas ambas desde las almenas de sus estancias palaciegas.
Por decencia, educación, el bien de la Iglesia, y ejemplaridad cívica y social y también “religiosa”, no dejen, señores obispos, sin contestar las cartas que les lleguen, sin pérdida alguna, dado que palacio episcopal , por” palacio” y por “episcopal “solo hay uno, por grande que sea la ciudad y su correspondiente distrito postal.
En el caso que nos ocupa, mención particular demandan los silencios “episcopales” del Nuncio de SS en España. Por multitud e razones, destacan entre otras, cuantas se relacionan con los temas en los que sus protagonistas son los obispos. El Nuncio conoce y practica diplomáticamente bien el castellano, el italiano, el inglés, el latín y aún el tagalo, por lo que no es cuestión de idiomas. Lo es de misión y de mentalidad. Los obispos son lo que son los Nuncios. La Iglesia de España nos la han hecho ellos. Pero ellos, no son solo ellos. Lo son sus asesores que les presentaron a los episcopables, con instancias y “curriculums “que respondían a la propia medida de los recomendantes, aunque proclamaran la universal actividad y presencia especial del Espíritu Santo.
En este contexto, es relevante la misión-ministerio encomendada a los profesionales de los medios de comunicación, que constituyen los llamados “Gabinetes de prensa”, con el encargo y consideración de “informadores religiosos”. Además de aportarles y subrayarles ciertas noticias, serán sus voceros veraces, sin necesidad de que los de fuera de sus demarcaciones, sean quienes realicen tal menester, por ser y sentirse más libres. Los “informadores religiosos” no están para impedirles sistemáticamente a los señores obispos que les duela la cabeza, dado que esta ni solo ni fundamentalmente es portadora de mitras…
El papa Francisco, obispo de Roma, sabe escribir. Y cuanto escribe es de interés, humano y divino, a la vez. Y tiene eco constante. Buena prueba de ello es que las empresas del sector apuestan por la edición de sus libros y escritos…Mientras que otros discurren solo o preferentemente con la mitra y el báculo, el papa Francisco lo hace siempre con la inteligencia, el corazón y el Evangelio….