"Soñamos con que no tarden 500 años en que se produzca un nuevo encuentro" El Brexit... hace 500 años: ¿Podríamos comparar a Boris Johnson con Enrique VIII?
Inglaterra nunca ha querido a las instituciones supranacionales dotadas de poderes que ven como una amenaza de su democracia parlamentaria. Incluso consideran que su modelo es más eficaz que el de la Unión Europea y que les irá mejor solos que mal acompañados
Lo más curioso es que la ruptura de hace 500 años, hoy se está cerrando pues los contactos entre Roma y la Iglesia Anglicana son cada día más cercanos, ahora los antagonismos nacen entre la isla y el continente y se han centrado en las esferas políticas y sociales
Podríamos comparar a Boris Johnson con Enrique VIII pues comparten haber nacido en una isla lo que les da una sensación de singularidad e independencia, junto al deseo de no quedar subordinados a nadie ya sea una institución o una persona. Nosotros somos nosotros y mejores que nadie, se dicen
El caso del monarca inglés es muy conocido por sus conquistas femeninas ya que tuvo seis matrimonios por el asesinato sucesivo de muchas de sus esposas. La primera fue Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos, de la que no se atrevió a separarse por razones políticas y acudió al Papa Clemente VII para que anulara su matrimonio… de inmediato. No quiso esperar y nombró primado de Inglaterra a una persona de su confianza, Thomas Cranmer, que bendijo su enlace con Ana Bolena para convertirse, año tras año, en abogado de sus múltiples anulaciones. Pero no contaba con la reacción papal que no tardó en excomulgar al rey inglés cuya respuesta fue declararse jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra
La suerte estaba echada, se abría una puerta a la creación de una Iglesia Anglicana a la vez que se cerraba Inglaterra a las alianzas con otras monarquías europeas que fueron fieles a Roma. Este aislamiento aumentó el sentimiento de superioridad en los ciudadanos ingleses que no hizo más que crecer con el triunfo en la batalla de Trafalgar que les permitió dominar los mares e incrementar su expansión. También contribuyó el hecho de salir territorialmente indemnes de las dos guerras mundiales del siglo XX afirmando su orgullo como nación y olvidando la contribución de los Estados Unidos que salió en su ayuda.
Esta historia nacional se encuentra detrás del Brexit pues Inglaterra nunca ha querido a las instituciones supranacionales dotadas de poderes que ven como una amenaza de su democracia parlamentaria. Incluso consideran que su modelo es más eficaz que el de la Unión Europea y que les irá mejor solos que mal acompañados.
Lo más curioso es que la ruptura de hace 500 años, hoy se está cerrando pues los contactos entre Roma y la Iglesia Anglicana son cada día más cercanos, ahora los antagonismos nacen entre la isla y el continente y se han centrado en las esferas políticas y sociales. Los ciudadanos de la Unión Europea les deseamos a los ingleses todo lo mejor en la nueva vida que emprenden sueltos de nuestras manos, eso sí soñamos con que no tarden 500 años en que se produzca un nuevo encuentro.
* Tomado de una idea de Raphael Zbinden