Donne e Chiesa
He recibido de Italia un libro con el título, Donne e Chiesa. Una storia di genere, cuya autora es Adriana Valerio. Es una historia de la Iglesia peculiar pues está vista y estudiada desde la óptica de las mujeres, desde una perspectiva de género.
Divide la historia en etapas que van desde la persona de Jesús hasta nuestros días descubriendo una línea femenina, que apartada del poder, combate sus ideas sobre la mujer y la mejor forma de ser cristiano. En cada periodo distingue tres elementos: los eventos históricos que ocurrieron y su repercusión sobre las mujeres, la contribución femenina a la comunidad y un personaje emblemático de la época: Blandina mártir, la gran madre María de Nazaret, la reformadora Ángela de Foligno…
El título de los diferentes capítulos nos dice mucho. Llama al periodo entre los siglos I y IV, La revolución desaprovechada, porque el nuevo movimiento que nació al calor de Jesucristo tenía todas las claves para componer una comunidad igualitaria pero cedió ante la presión de la sociedad romana. Le dedica a la alta Edad Media otra sección que titula La dinámica del poder. Inculturación y asentamiento, describiendo el establecimiento definitivo de la Iglesia con sus claves diferenciadas de la religión judía y su ascenso al poder dentro del Imperio. Distingue dentro de la modernidad dos grandes épocas La reforma gregoriana y el renacimiento femenino y La Iglesia tridentina y la reforma de las mujeres, en los que resalta el florecimiento de la caridad, de las místicas y el descubrimiento de la Biblia en lengua vernácula con las posibilidades de estudio que se abrieron para las mujeres no conocedoras del latín.
Los capítulos finales están dedicados a los últimos siglos con Revolución y movimientos (siglos XVIII y XIX) y Mujeres, derechos y democracia (siglos XX y XXI) cuyo protagonismo femenino es más conocido y estudiado. Termina el libro hablando sobre las posibilidades de una historia alternativa con perspectivas de cambio para un futuro más esperanzador para las mujeres.
Como dice Adriana las mujeres han podido transformar una vida que estaba predeterminada en libertad, tras obediencias y resistencias, planteamientos ortodoxos y heterodoxos para junto a los varones convertirse en sujetos de esa tradición que continúa remodelando el anuncio cristiano.
Divide la historia en etapas que van desde la persona de Jesús hasta nuestros días descubriendo una línea femenina, que apartada del poder, combate sus ideas sobre la mujer y la mejor forma de ser cristiano. En cada periodo distingue tres elementos: los eventos históricos que ocurrieron y su repercusión sobre las mujeres, la contribución femenina a la comunidad y un personaje emblemático de la época: Blandina mártir, la gran madre María de Nazaret, la reformadora Ángela de Foligno…
El título de los diferentes capítulos nos dice mucho. Llama al periodo entre los siglos I y IV, La revolución desaprovechada, porque el nuevo movimiento que nació al calor de Jesucristo tenía todas las claves para componer una comunidad igualitaria pero cedió ante la presión de la sociedad romana. Le dedica a la alta Edad Media otra sección que titula La dinámica del poder. Inculturación y asentamiento, describiendo el establecimiento definitivo de la Iglesia con sus claves diferenciadas de la religión judía y su ascenso al poder dentro del Imperio. Distingue dentro de la modernidad dos grandes épocas La reforma gregoriana y el renacimiento femenino y La Iglesia tridentina y la reforma de las mujeres, en los que resalta el florecimiento de la caridad, de las místicas y el descubrimiento de la Biblia en lengua vernácula con las posibilidades de estudio que se abrieron para las mujeres no conocedoras del latín.
Los capítulos finales están dedicados a los últimos siglos con Revolución y movimientos (siglos XVIII y XIX) y Mujeres, derechos y democracia (siglos XX y XXI) cuyo protagonismo femenino es más conocido y estudiado. Termina el libro hablando sobre las posibilidades de una historia alternativa con perspectivas de cambio para un futuro más esperanzador para las mujeres.
Como dice Adriana las mujeres han podido transformar una vida que estaba predeterminada en libertad, tras obediencias y resistencias, planteamientos ortodoxos y heterodoxos para junto a los varones convertirse en sujetos de esa tradición que continúa remodelando el anuncio cristiano.