La construcción de un héroe
¿Se acuerdan de una pakistaní cristiana, Asia Bibi, que fue condenada a muerte por blasfemar contra el Islam? La condena fue el resultado de una discusión en el lugar de su trabajo con otras mujeres que le echaban en cara su religión e intentaban convertirla. Ella se defendió diciendo que Jesucristo había muerto en cruz por los pecados de los hombres pero que desconocía lo que había hecho Mahoma por ellas. La encerraron en una habitación y una multitud rodeó el edificio pidiendo justicia pues el código penal pakistaní castiga con la cárcel a quien ofende el Corán y con la condena a muerte, a quien insulta al profeta Mahoma.
Contra la sentencia se pronunciaron muchas entidades y personajes internacionales que pidieron al presidente de Pakistán el indulto. Muchas vocestambién se levantaron dentro del país, entre ellas la de Salman Taseer, gobernador de la provincia de Punjab que consideraba “ley negra” por la que habían condenado a la mujer pues se podía emplear contra las minorías a la menor sospecha. La presión de unos y otros consiguió que la pena fuera revocada por el primer ministro, Nawaz Sharif.
Cuando las aguas habían vuelto a su cauce, saltó la sorpresa: Salman Taseer cayó asesinadopor un policía de su guardia, Mumtaz Qadri. Mucha gente pensó que había hecho bien y que su asesinato saldría impune pero un juzgado le condenó a la pena de muerte que se llevó a cabo a finales de febrero.
A sus funerales acudieron 100.000 personas que se congregaron en el parque Liaquat mostrando su indignación ante un cuerpo engalanado como el de un héroe -mártir. El jefe de las fuerzas armadas dijo al cuerpo diplomático acreditado en Pakistán que no podía emitir una opinión pues pensaba que más de 500.000 soldados estaban a favor del asesino, a quién los clérigos dieron el título honorífico de guerrero y una mezquita de Islamabad fue bautizada con su nombre.
¿Qué hay detrás de esta medida de benevolencia que toma el gobierno pakistaní? Creo que intenta frenar una escalada de la violencia como la que se llevó a cabo, en diciembre del 2014, contra una escuela en Peshawar con un saldo de 130 niños muertos. Los partidos religiosos están a la baja en el parlamento por sus luchas internas: sunitas, chiitas, movimientos contra la violencia o a favor de los talibanes… con lo que tiene las manos menos atadas. Y no hay que olvidar que el 2% de la población pakistaní es hinduista con lo que hay que intentar la convivencia en paz.
Pero me temo, que las honras fúnebres de Mumtaz Qadri sirvan de emulación a otros jóvenes ávidos de gloria y de servicio a su religión. Han hecho de su persona un mártir y ya sabemos lo que pasa con la sangre de los mártires.
Contra la sentencia se pronunciaron muchas entidades y personajes internacionales que pidieron al presidente de Pakistán el indulto. Muchas vocestambién se levantaron dentro del país, entre ellas la de Salman Taseer, gobernador de la provincia de Punjab que consideraba “ley negra” por la que habían condenado a la mujer pues se podía emplear contra las minorías a la menor sospecha. La presión de unos y otros consiguió que la pena fuera revocada por el primer ministro, Nawaz Sharif.
Cuando las aguas habían vuelto a su cauce, saltó la sorpresa: Salman Taseer cayó asesinadopor un policía de su guardia, Mumtaz Qadri. Mucha gente pensó que había hecho bien y que su asesinato saldría impune pero un juzgado le condenó a la pena de muerte que se llevó a cabo a finales de febrero.
A sus funerales acudieron 100.000 personas que se congregaron en el parque Liaquat mostrando su indignación ante un cuerpo engalanado como el de un héroe -mártir. El jefe de las fuerzas armadas dijo al cuerpo diplomático acreditado en Pakistán que no podía emitir una opinión pues pensaba que más de 500.000 soldados estaban a favor del asesino, a quién los clérigos dieron el título honorífico de guerrero y una mezquita de Islamabad fue bautizada con su nombre.
¿Qué hay detrás de esta medida de benevolencia que toma el gobierno pakistaní? Creo que intenta frenar una escalada de la violencia como la que se llevó a cabo, en diciembre del 2014, contra una escuela en Peshawar con un saldo de 130 niños muertos. Los partidos religiosos están a la baja en el parlamento por sus luchas internas: sunitas, chiitas, movimientos contra la violencia o a favor de los talibanes… con lo que tiene las manos menos atadas. Y no hay que olvidar que el 2% de la población pakistaní es hinduista con lo que hay que intentar la convivencia en paz.
Pero me temo, que las honras fúnebres de Mumtaz Qadri sirvan de emulación a otros jóvenes ávidos de gloria y de servicio a su religión. Han hecho de su persona un mártir y ya sabemos lo que pasa con la sangre de los mártires.