Un mesías de Haendel "participativo"
| Isabel Gómez Acebo
A la fundación la Caixa le debemos el patrocinio de unos conciertos en Madrid y Barcelona del Mesías de Haendel. Son dos días en cada ciudad y en los que, junto a dos coros profesionales, pueden cantar otras personas a las que sólo se les pide que tengan conocimientos musicales y buena voz. Tras unas pruebas de nivel son admitidos y se comprometen a asistir a 12 ensayos de cuatro horas cada uno. Los que participan comentan que es una experiencia tan maravillosa que repetirían otros años si vuelven a ser elegidos a pesar de la exigencia
El resultado final, el día del concierto, es grandioso pues en la sala se escucha a 400 voces cantar al unísono. La pieza escogida y el momento no pueden ser mejores ya que estamos en vísperas navideñas y hablan de la esperanza que surge en torno al recién nacido. Al público le daban un folleto con el que podía seguir la letra y comprender el tono festivo o lúgubre que se entonaba pues las profecías de Isaías, de las que habla Haendel, sobre el futuro mesías alternaban, unas veces hacían referencia al Salvador de Israel y otras hablaban del siervo de Yahve, la descripción de un hombre de dolores llevado al matadero
Al final tras dos horas y media de actuación y las manecillas del reloj que avisaban que eran pasadas las 10 de la noche, no se movía un alma en la sala prendidos por la emoción. Los aplausos eran casi tan grandes como las voces de los cantores y obligaron al director a ofrecer una propina que, tradicionalmente en estos conciertos, es el Aleluya que habla del reinado de Dios en la tierra
A los que nos gusta la música el concierto supuso la asistencia a unos maravillosos ejercicios espirituales, una buena preparación para recibir la Navidad