Los gobiernos de muchos países tienden a influir en los nacimientos de sus súbditos bien sea para frenarlos o para incrementarlos. Ejemplos del primer caso los tenemos en China, con la doctrina del hijo único, o en la India con campañas de esterilización a cambio de dinero o de otros bienes materiales. En el otro lado de la moneda están muchas naciones europeas y Japón que ven como disminuye el número de sus nacimientos poniendo en cuarentena el pago de las pensiones o el mercado de trabajo.

La llegada del mosquito Zika y su rápida extensión ha introducido una nueva variable en este escenario, creando pánico en las mujeres en edad de gestar pues en Brasil han nacido 4000 bebés con malformaciones desde el mes de octubre cuando lo normal de otros años eran 200. Colombia, que después de Brasil tiene el mayor número de infectados, ha aconsejado a las mujeres que esperen unos meses para quedarse embarazadas. Lo mismo que han hecho Jamaica, el Salvador o Panamá.

Va a ser difícil que estos consejos se sigan porque el 56% de los embarazos en América Latina no son intencionados, porque la violencia sexual contra las mujeres y las gestaciones de las adolescentes son los más altos del mundo. Por este motivo se ha abierto una campaña a favor del aborto, en los países en los que está penado, como el Salvador y Brasil.

Algunos gobiernos se dejan de cLos gobiernos de muchos países tienden a influir en los nacimientos de sus súbditos bien sea para frenarlos o para incrementarlos. Ejemplos del primer caso los tenemos en China, con la doctrina del hijo único, o en la India con campañas de esterilización a cambio de dinero o de otros bienes materiales. En el otro lado de la moneda están muchas naciones europeas y Japón que ven como disminuye el número de sus nacimientos poniendo en cuarentena el pago de las pensiones o el mercado de trabajo.
La llegada del mosquito Zika y su rápida extensión ha introducido una nueva variable en este escenari, creando pánico en las mujeres en edad de gestar pues en Brasil han nacido 4000 bebés con malformaciones desde el mes de octubre cuando lo normal de otros años eran 200. Colombia, que después de Brasil tiene el mayor número de infectados, ha aconsejado a las mujeres que esperen unos meses para quedarse embarazadas. Lo mismo que han hecho Jamaica, el Salvador o Panamá.
Va a ser difícil que estos consejos se sigan porque el 56% de los embarazos en América Latina no son intencionados, la violencia sexual y las gestaciones de las adolescentes son los más altos del mundo. Por este motivo se ha abierto una campaña a favor del aborto, en los países en los que está penado, como el Salvador y Brasil.
Algunos gobiernos se dejan de consejos y combaten al enemigo, el Aeges aegypti, responsable de enfermedades como el Zika, el dengue y la fiebre amarilla, con grandes campañas de fumigación y repartiendo por todo el país insecticidas y manuales para mantener a los mosquitos a raya. En Brasil son 310.000 trabajadores de salud secundados por 200.000 soldados los que están llevando a cabo esta campaña.

Zika ha puesto sobre la mesa la necesidad de educación sobre sexo y control de la natalidad que entran de lleno en la paternidad responsable que aconseja nuestra religión. Pasada la epidemia ¿se acordarán los responsables de seguir con estas políticas educativas? Tengo la esperanza de que lo hagan y que este mal sirva para corregir otros futuros.