Reflexionando sobre el resultado de las elecciones españolas recientes he visto que el voto se va fraccionando en la medida que no hay un partido hegemónico y me ha resultado interesante comparar esta situación con nuestra Iglesia. La idea del pensamiento uniforme de la cristiandad ha perdido fuerza con el declive y la falta de atractivo eclesial y ha dejado paso a unos reinos de taifas que consideran estar en posesión de la verdad y tienen poca o ninguna relación entre sí. Unos modos que me hacen añorar y preguntarme si no sería mejor el bipartidismo de antaño dentro de la Iglesia: la derecha de siempre opuesta a la izquierda de toda la vida, pero no podemos dar marcha atrás y tenemos que vivir con lo que hay

            Los sociólogos defienden que las sociedades con grupos heterogéneos tienden a moderar las opiniones pues las personas tienen que buscar una forma de vivir y de entenderse dentro de la diversidad. Pero esta actitud no sucede dentro de nuestro catolicismo pues los distintos reinos de Taifas: Opus Dei, Legionarios, Comunión y Liberación, Cristianos por la Justicia, Comunidades de Base…, son una ensalada de grupos que no dedican mucho tiempo a entenderse, cada uno va por su lado y las redes sociales tienden a añadir vinagre en todas las salsas, unas salsas que ya nacieron con unas grandes dosis de intransigencia

            Estamos condenados a vivir en una iglesia super dividida lo que nos hace preguntarnos qué podemos hacer cada uno para resolver esta situación de incompatibilidad tan alejada del pensamiento de Jesucristo. Y llego a la conclusión de que no hay otra forma de actuar que tratar del entendimiento del otro, no despreciando sus planteamientos a priori para encontrar la fraternidad a la que nos llama el Evangelio. No es necesario estar de acuerdo en todo pero tampoco lo es demonizar al contrario

Y si hacemos este esfuerzo encontraremos muchos temas comunes pues todos nos consideramos seguidores de Jesús de Nazaret y nos permitirá poner los cimientos de un entendimiento mayor cada día lo que beneficiará a la Iglesia en su conjunto

            He tomado muchas ideas del artículo de John Allen que aparecido en el portal de Nos somos Igreja el 9 de junio de 2019