CUANDO QUIERO PENSAR EN ALGO HERMOSO
(A la Virgen María)
Cuando quiero pensar en algo hermoso,
cierro los ojos y te pienso a ti.
Cuando quiero escalar un cielo humano,
alzo los ojos y te miro a ti.
Para tocar una posible estrella,
desde el amor alzo mi mano a ti.
Y si busco un calor y una dulzura,
cierro los ojos y te sueño a ti.
Tú eres la madre del amor, refugio
para el que cada día
tiembla de humanidad y desamparo.
Al Todopoderoso
sostienes en tus brazos, Madre y Reina.
Eres tan madre que te multiplicas
y ofreces tu regazo
a tantos desterrados hijos de Eva.
Tan reina eres
que el mismo Dios te ha puesto un trono.
Cuando quiero pensar en un perfume,
cierro los ojos y te aspiro a ti.
Cuando quiero sentir un roce de alas,
abro mis labios y ten rezo a ti.
Para poder gozar un mar cercano
como a una playa me abandono a ti.
Y si le busco techo a mi intemperie,
casa materna
y puerta abierta yo te tengo a ti.
Tú eres la estrella, el mar, las alas, la dulzura.
Tú la belleza, el cielo, tú la luz, la casa.
Tú la madre de Dios, pura y humilde.
Tú la esperanza, oh madre de la vida.
Cuando quiero pensar en algo hermoso,
Cierro los ojos y te pienso a ti.
(De “Cien oraciones para respirar”,.
Obra poética, p. 384)