De esta manera definía el amigo David Pagès al P. Josep Massot, en la miscelánea de homenaje que le entregaron a este monje sabio (y humilde a la vez), el 13 de noviembre de 2021, medio año antes de su muerte en Montserrat, el 24 de abril de 2022.

Creo que estas palabras de David Pagès, (yo que en Montserrat trabajé codo a codo durante unos años con el P. Massot en su despacho de Publicacions de l’Abadia de Montserrat), definen muy bien a este “homenot” de la cultura catalana.

David Pagès, que definía también al P. Massot como una “persona polifacética”, destacaba cuatro rasgos que caracterizaban a la perfección a este monje de Montserrat, fallecido hoy hace un año.

Refiriéndose al P. Josep Massot, Pagès destacaba “su condición de persona buena, sencilla, generosa y afable”, cualidades que tanto David Pagès como yo mismo (y todos los monjes de Montserrat), podíamos ver en este monje historiador, trabajador incansable, hombre amable hasta el extremo, atento y servicial.

Como decía David Pagès, el P, Massot, por su gran bondad, tenía “amigos, muchos amigos en todo el mundo”. Y además no tenía nunca problemas con nadie, porque, como decía el P. Massot, “procuro no crearlos. No los tengo con nadie, y si alguien me crea problemas, intento suavizar las situaciones”.

Hombre de una gran sencillez, cuando al P. Massot le hacían algunos elogios por algún motivo, le gustaba decir: “Hago lo que puedo”. Y cuando alguien se refería “al importante número de lenguas” que conocía este monje sabio, como nos recordaba Pagès, su respuesta era: “Hay gente que sabe muchas más que yo”.

En 2021 el P. Massot celebró 50 años de ordenación presbiteral, 50 años que asumió la dirección de las Publicacions de l’Abadia de Montserrat y 80 años de su nacimiento. Y todavía, en 2022 celebró 60 años de su ingreso en Montserrat. Por eso cuando David Pagès le preguntó cómo había vivido este año de aniversarios redondos, el P. Massot, con su sencillez habitual, respondí: “Un año como otro”.

El P. Massot era un hombre muy generoso, hasta el punto que, como recoge Pagès, había “animado, guiado y publicado muchos otros estudios o trabajos” de gente que le ofrecía sus obras por si podían ser editadas en las Publicacions de l’Abadia de Montserrat. Por eso Gabriel Barceló Bovet, profesor de catalán, había dicho de este monje de Montserrat: “Es un hombre de una generosidad extrema, tan extensa como su bibliografía”.

Por lo que respecta a su afabilidad, yo mismo que durante unos años trabajé con él en su despacho, puedo decir que su trato era afable, con un gran sentido del humor y una extraordinaria sensibilidad, con una conversación sumamente interesante, de tal manera que oyéndolo, aprendíamos más que con los libros.

P. Massot: "Los hombres tienen alguna cosa dentro que les lleva a buscar en el más allá.....y eso es igual ahora que antes"

En una entrevista que le hizo David Pagès, el P. Massot, que había vivido el “Procés” catalán “con esperanza y preocupación”, decía, en relación a la fe, que “los hombres tienen alguna cosa dentro que les lleva a buscar en el más allá.....y eso es igual ahora que antes”.

Las seis mesas de su despacho estaban repletas de libros, pruebas para corregir y diversos documentos. Trabajador incansable, incluso el día de Navidad o de Pascua, después del almuerzo festivo en comunidad, iba a su despacho a trabajar hasta la hora de Vísperas. En sus últimos años, que pasó en la enfermería del monasterio, aunque trabajando en su despacho, el P. Massot fue un enfermo modélico, obediente a los médicos y a los enfermeros, aunque a veces se quejaba un poco, porque ya no podía trabajar las dieciséis o dieciocho horas al día que hacía antes y “solo” podía hacerlo diez o doce horas.

P. Bernat Juliol: "Trabajó incansablemente por la expresión más sublime del alma de un pueblo: su lengua y su cultura"

Como dijo el P. Bernat Juliol, prior de Montserrat, en la homilía de la misa exequial, el P. Massot “trabajó incansablemente por la expresión más sublime del alma de un pueblo: su lengua y su cultura”.

Medio año antes de dejarnos y a una pregunta del amigo David Pagès sobre la muerte, el P. Massot, decía: “Todos hemos de morir. Por lo tanto sí que pienso en ella”, aunque “por suerte no sabemos el día que nos pasará”.

El 24 de abril de 2022, hoy hace un año, el Señor llamó, en su amor infinito al P. Massot, un servidor bueno y fiel, defensor de la lengua catalana y testigo del Evangelio.

Y es que, como dijo también el P. prior Bernat Juliol, “Montserrat dio sentido e inspiró el legado ingente” del P. Massot.

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