Solemne funeral en Montserrat por el padre Josep Massot "El padre Massot ha sido un gran testigo de este canto a la vida, que representa la fe"
Finalmente, en procesión, con la Escolanía, los monjes y los familiares del P. Massot, se ha llevado el ataúd hasta el jardín del monasterio, donde ha concluido la celebración. Después el féretro se ha trasladado al cementerio, donde se le ha dado sepultura
Este martes, a las 10,45, comenzaba el funeral del P. Josep Massot, monje de Montserrat, que falleció inesperadamente la noche del sábado al domingo. Aunque delicado de salud, nada hacía suponer un desenlace tan rápido.
El féretro ha sido llevado en procesión desde el monasterio hasta la basílica, llena de gente, con la presencia de diversas autoridades como la presidenta de las Islas Baleares, Francina Armengol, la presidenta del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs, las consejeras de Cultura y de Justicia de Ctaluña, Natàlia Garriga i Lurdes Ciuró, respectivamente, el alcalde de Monistrol Joan Miguel y otros políticos, como Oriol Junqueras, el expresidente de la Generalitat, Joaquim Torra, así como amigos y familiares del P. Massot.
La Escolanía ha acompañado con sus cantos la celebración de la Eucaristía, que ha sido presidida por el P. prior, Bernat Juliol (por la ausencia del P. Abat), acompañado del P. Manel Nin, monje de Montserrat y exarca de los católicos griegos de rito bizantino.
En su homilía, el prior de Montserrat ha recordado que “la muerte es inexorable, una de las pocas seguridades que tenemos”, ya que “vivir, comporta necesariamente morir”. Todos nosotros, ha continuado el P. prior, “a pesar de saber que afrontaremos este momento de nuestra vida, tenemos miedo”. Y es que “el miedo a la muerte es tan humano”. A pesar de todo, como ha dicho el P. prior, “Jesús nos enseña que la muerte no es el final”, ya que “el camino que Jesús siguió, es el camino al cual nosotros estamos llamados a seguir”. Y es que “la muerte ha sido vencida” y por eso “una nueva esperanza se abre camino en nuestras vidas”. El P. prior ha recordado en su homilía, que con la resurrección de Jesús, “la última palabra no es la oscuridad, el dolor o la muerte, sino que la última palabra la tiene la luz, el gozo y la vida”.
Por eso, como creyentes, “nuestra fe nos dice que hay un más allá, pero también nos dice que solo hay una manera de llegar” a ese más allá y es “viviendo intensamente el presente, viviendo con pasión todos y cada uno de los momentos de nuestra vida, amando con todas nuestras fuerzas la belleza de nuestro mundo”. Por eso, ha continuado el P. Bernat Juliol, “la fe cristiana es un canto la vida”. El P. prior ha dicho que “el P. Josep Massot ha sido un gran testigo de este canto a la vida, que representa la fe”. El P. Massot “vivió con alegría su vocación cristiana y monástica” y “trabajó incansablemente por la expresión más sublime del alma de un pueblo: su lengua y su literatura”. El P. Massot “estudió con profundidad nuestra historia”. Pero “una cosa fue la que unificó todas estas dimensiones de su vida: Montserrat”. Y es que “ser monje, fue el eje que dio sentido y que inspiró todo su legado ingente”.
El P. prior recordó la biografía del P. Massot y los múltiples reconocimientos que había recibido debido a su trabajo intelectual y de investigación. Por eso el P. prior recordó unas palabras del P. Massot cuando recibió el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes: “Hace falta vivir con convicciones fuertes, pero con formas suaves”. El P. Massot, tan querido por la comunidad y por la inmensa mayoría de la gente, “vivió así y murió así. Se ha ido”, continuó el P. prior, “discretamente, pero con la convicción de que al otro lado lo estaba esperando aquel que es el Amor”.
El P. Prior dijo también que el P. Josep Massot “fue un amante de la palabra. De la palabra humana, pero sobretodo de la palabra divina”. El P. Bernat Juliol recordó el Evangelio de san Marcos (4:35) cuando Jesús invita a los discípulos a pasar a cruzar al otro lado, añadiendo que “el Señor ha invitado” también al P. Massot “a cruzar al otro lado”.
La celebración de la Eucaristía ha terminado con unas palabras del P. prior, en nombre de la comunidad y de los familiares del P. Massot, para agradecer a todos los que han subido a Montserrat para participar en esta despedida, hecha oración, de los restos de este monje bueno y fiel. Finalmente, en procesión, con la Escolanía, los monjes y los familiares del P. Massot, se ha llevado el ataúd hasta el jardín del monasterio, donde ha concluido la celebración. Después el féretro se ha trasladado al cementerio, donde se le ha dado sepultura.
El P. Massot, como ha dicho el escritor David Pagès, “no solo hizo un gran trabajo en muchos campos del conocimiento, sino que también animó, guió y publicó muchos otros estudios y trabajos”. Y es que el P. Massot, como nos recuerda David Pagès, es “uno de los gigantes de nuestra cultura y lengua”, un hombre y un monje “afable, bueno, generoso y sencillo”.
Al funeral también ha asistido la abadesa benedictina de Sant Benet de Montserrat, Maria del Mar Albajar, el rector del Ateneo Sant Pacià, Armand Puig, el expresidente de Òmnium Cultural Jordi Cuixart o la directora de Asuntos religiosos de la Generalitat de Cataluña. No ha podido asistir el obispo de Sant Feliu de Llobregat, por encontrarse asistiendo a la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal.
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