El resultado electoral del 23-J y las dificultades para formar gobierno “La victoria se cambió aquel día en luto”

Debate entre Sánchez y Feijóo
Debate entre Sánchez y Feijóo A3Media

A veces la victoria de un partido no permite que el ganador de las elecciones pueda gobernar, ya que los pactos, los acuerdos y el diálogo entre los adversarios del partido ganador, hacen que no gobierne la formación que ha ganado numéricamente las elecciones, sino aquel que ha conseguido más apoyos parlamentarios

El resultado de las elecciones del domingo 23 de julio es el que es. Pero las negociaciones para formar un nuevo gobierno en el estado están del todo abiertas y aún no hay nada escrito sobre quien presidirá el nuevo ejecutivo

Es así como el segundo libro de Samuel describe la situación del pueblo después del “combate en la selva de Efraín”, cuando “el ejército de Israel fue vencido por los partidarios de David”. Y es que a pesar del triunfo de los que luchaban a favor del rey David, su hijo, Absalón, colgado de un árbol, fue muerto per Joab. Y por eso el rey,que amaba a su hijo, “desquiciado” por su muerte, “subió al piso superior de la puerta de la muralla y se puso a llorar”. De aquí que, como dice el segundo libro de Samuel, “la victoria se cambió, aquel día, en luto para todo el pueblo, cuando oyeron decir que el rey estaba desconsolado por su hijo”.

Es este el texto del segundo libro de Samuel (18: 6-17. 24-19:4), que el lunes 24 de julio los monjes leímos, como primera lectura, en la oración de Vigilias. Después de acabar esta oración,  este fragmento del profeta Samuel, inevitablemente, me hizo pensar en los resultados electorales del día anterior, cuando el PP, el partido que obtuvo la victoria en votos y en escaños en el Congreso delos Diputados, quedó muy lejos del resultado que esperabala formación del Sr. Feijóo. Y por eso la victoria del PP, con 137 escaños (y se notaba en las caras largas de sus dirigentes en los periódicos), “se cambió en luto”.

A veces la victoria de un partido no permite que el ganador de las elecciones pueda gobernar, ya que los pactos, los acuerdos y el diálogo entre los adversarios del partido ganador, hacen que no gobierne la formación que ha ganado numéricamente las elecciones, sino aquel que ha conseguido más apoyos parlamentarios.

También, casualmente o providencialmente, el mismo lunes 24 de julio, en la primera lectura de la Eucaristía (Ex 14:5-18), veíamos que la aparente (y contundente) victoria de los carros del Faraón sobre los israelitas que huían de la esclavitud, (no encontrábamos toda la narración en estefragmento del lunes 24 de julio), también se cambió aquel día en luto, cuando “la caballería del Faraón, con sus carros y los que los montaban, hubieron entrado dentrodel mar” y “el Señor echó las aguas del mar encima de ellos, mientras los israelitas caminaban a pie en medio del mar” (Ex 15:19). Y es que cuando Dios mandó que las aguas volviesen a su lugar, aquella aparente victoria de los egipcios sobre Israel se convirtió en derrota y en luto,como lo narra el cántico triunfal de Moisés. Así, el pueblo vio la gran victoria de Dios, que salvó a los que huían de la esclavitud, tirando “al mar caballos y guerreros”, que eran los que perseguían a Israel. Y así, el poder de Diosenterró en el mar a los carros y a los ejércitos del Faraón, de tal manera que “los mejores de sus escogidos” se hundieron en “el mar Rojo; los cubrió las aguas, se han hundido como una piedra”.

Feijóo presentó el programa electoral del PP para el 23-J
Feijóo presentó el programa electoral del PP para el 23-J Partido Popular

También la aparente victoria de los fariseos y de los sacerdotes crucificando a Jesús, se convirtió en derrota yen luto para aquellos que lo colgaron del madero, porque la resurrección del Nazareno tiró por tierra aquella aparente victoria, ya que el sepulcro no pudo encarcelar, con la muerte, al autor de la vida.

El resultado de las elecciones del domingo 23 de julio es el que es. Pero las negociaciones para formar un nuevo gobierno en el estado están del todo abiertas y aún no hay nada escrito sobre quien presidirá el nuevo ejecutivo, si será el Sr. Sánchez o el Sr. Feijóo. Pero lo que sí que está claro, es que una victoria se puede convertir en luto. Como pasó en el texto que Samuel narraba en la lectura de las Vigilias del lunes 24 de julio.      

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