Francisco visitará Lisboa entre el 1 y el 6 de agosto próximos Manuel Clemente, patriarca de Lisboa: "El Papa decidirá si recibe a víctimas de abusos en la JMJ"
Clemente, que en julio cumple 75 años y deberá pedir la renuncia al papa, reconoció que la cuestión de la pederastia en la Iglesia ha sido el momento más difícil de su década al frente del Patriarcado de Lisboa
"Lo fue para todos. En la Iglesia y en la sociedad portuguesa, este tipo de acontecimientos tan trágicos y tan negativos es para todos nosotros una preocupación"
| RD/Efe
El cardenal patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, dijo este domingo que será el papa Francisco quien decida si recibe a víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia durante su visita a Portugal en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) el próximo agosto.
"Es una decisión que el propio papa tomará, pero nosotros estamos muy atentos a todo eso, damos todo el apoyo posible a cada una de las 21 diócesis portuguesas", dijo tras ser preguntado por periodistas, tras la misa de Pascua, sobre la visita de Francisco.
Los abusos sexuales a menores cometidos en el seno de la Iglesia portuguesa están bajo los focos después de que este año una comisión independiente revelase que, desde 1950, hay al menos 4.815 víctimas.
La revelación se produce el año que Lisboa va a acoger la próxima edición de la JMJ, entre el 1 y el 6 de agosto, que contará con la presencia del pontífice.
El momento más difícil
Clemente, que en julio cumple 75 años y deberá pedir la renuncia al papa, reconoció que la cuestión de la pederastia en la Iglesia ha sido el momento más difícil de su década al frente del Patriarcado de Lisboa.
"Lo fue para todos. En la Iglesia y en la sociedad portuguesa, este tipo de acontecimientos tan trágicos y tan negativos es para todos nosotros una preocupación", señaló.
Y dijo que es necesario "resolver la preocupación", con apoyo a las víctimas y "de manera que no se repitan".
La comisión independiente que investigó los abusos, creada por la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP), elaboró, además del informe sobre las víctimas, una lista con sacerdotes sospechosos en activo.
El Patriarcado de Lisboa recibió una lista de 24 nombres, pero informó de que solo cinco estaban en activo.
Días después, tras solicitar más información, decidió apartar preventivamente a cuatro de ellos.