El grupo bíblico «Café en torno a la Biblia» forma parte de la federación de grupos bíblicos de la «Escuela de Animación Bíblica de Barcelona». Se reúne habitualmente cada segundo sábado de mes, de las 18:45 a las 20 h., en los locales de la Parroquia Sant Eugeni I papa, de Barcelona. Está coordinado por Enrique Grau y Javier Velasco-Arias.
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Todo empezó de forma casual, como ocurre muchas veces, un amigo que conoce a otro amigo y te comenta que participa en un grupo de personas que se reúnen el segundo sábado de cada mes a leer y comentar la Palabra del Señor, es decir, la Biblia. La verdad, es que soy un apasionado del texto bíblico, como creyente, como estudiante y como persona preocupada por los conflictos personales y problemas sociales que nos ha tocado vivir.

Las referencias eran buenas, si dos amigos te recomiendan algo, quiere decir que vale la pena dedicarle un poco de tiempo. Los encuentros apenas duran algo más de una hora. La primera vez que participé, lo recuerdo como si fuera hoy mismo, asistí con cierta precaución y desconfianza. Pero la primera impresión fue muy positiva, un grupo pequeño, de diferentes edades, dispar formación e incluso culturas. En resumen, el lugar idóneo para poder leer, exponer las dudas, escuchar comentarios y dialogar…todo ello en un ambiente distendido y con “un café…”; sin las limitaciones de las celebraciones preceptivas, de los estudios reglados o sencillamente del “venerado de turno”.

Todo encuentro es similar, lectura de un texto previamente seleccionado, y a la vez diferente, pues cada cual aporta su visión, sus dudas, sus matices…en definitiva su experiencia de la Palabra. Me siento gratamente sorprendido y privilegiado de poder escuchar y a la vez participar de los gozos y las sombras que toda persona tiene en el encuentro con la Palabra, no siempre fácil y a la vez siempre portadora de una enseñanza que produce felicidad y libertad.

Conocer y entender para poder vivir las enseñanzas de los textos bíblicos, partiendo de una lectura, y seguidamente, exponer los condicionantes, el entorno… Y entonces fructifica el diálogo, es decir, el enriquecimiento mutuo de una comunidad que paso a paso se esfuerza por comprender lo que el texto encierra, a todo ser humano de buena voluntad.

Sólo me queda por citar un pensamiento íntimo; cada vez que finaliza un encuentro me hago la misma pregunta: ¿cuándo es el próximo encuentro del Café en torno a la Biblia? Doy gracias a las personas que allí tienen mis mismas preocupaciones, desencuentros y pasiones… son mis hermanos.

Enrique Grau