Continúa el vergonzoso artículo en la vergonzosa página de la vergonzosa Comisión de Liturgia de la vergonzosa Conferencia Episcopal.
Incorporamos a la galería de fotos de los responsables de esa abierta censura al Santo Padre al miembro de la Comisión Pedro Tena, obispo auxiliar emérito de Barcelona. Ya tenemos al trío de la bencina. Los demás son comparsas que se dejan amilanar por los "liturgistas". Y que saben de eso poco más que lo que yo de arameo. Como tampoco de valor parecen andar muy sobrados, aguantan el chaparrón y la ignominia de pasar por críticos del Papa antes de atreverse a levantar la voz contra los tres que cortan el bacalao. Que son López, Tena y Canals. Que todo un arzobispo primado de España se preste a ello me parece que sólo indica que no estamos ante un Segura, un Gomá, un Pla y Deniel o un Marcelo González.
Pero hoy no toca hablar de Don Braulio, que será el siguiente, sino de ese a quien los cursis no catalanes llaman Pera. Por mí como si le llaman Pepino, Melón o Boniato.
Este Tena es uno de los principalísimos responsables del desmadre litúrgico que hemos vivido en España. Nacido en Hospitalet de Llobregat en 1928 tiene por tanto sobre sus espaldas 81 castañas. En 1993 le hicieron obispo auxiliar de Barcelona en aquella inmensa equivocación de Carles que se creyó que si se rodeaba de progresistas le iban a aceptar. Bien caro pagó su error.
En nuestra patria, al contrario que en otros muchos países, el ser axiliar es trampolín seguro para saltar a una diócesis propia. Apenas ha habido excepciones en ello. En los últimos tiempos creo, si hubo más Don Antonio Lasierra nos ilustrará, que sólo ha habido cuatro que no llegaron a la ansiada meta por habérseles aceptado la renuncia como simples obispos auxiliares. ¡Y que cuatro! Iniesta, Sanus, Carrera y Tena. Dos de ellos creación directa de ese a quien los cursis no catalanes llaman Carlas. La verdad es que en eso, y en otras cosas, se lució el cardenal arzobispo emérito de Barcelona.
Pues los tres que ilustran el artículo de hoy son los responsables directos de ese artículo que demuestra tanta sintonía con el Santo Padre y tanto respeto al mismo. Los demás, que irán saliendo en días sucesivos, son comparsas en ese desprecio al Pontífice. Aunque por ello no estén libres de responsabilidad. Mañana o pasado tocará hablar del arzobispo de Toledo y primado de España. Y traer su fotografía. Seguramente sería excesivo decir de él aquello del dime con quien andas y te diré quien eres. Pero lo de que quien con niños se acuesta, meado se levanta pues más bien que sí.