Enrique de Castro desbordado por las importantísimas adhesiones que recibe.

Después de las del Gran Wyoming, Zerolo, una chica que se llama Melania pero que no es la Grifith, Tamayo y Masiá, verdaderamente la intelectualidad y la Iglesia en masa, hoy le ha llegado la que habrá colmado todas sus expectativas. Me preocupa el que, ante la indescriptible emoción, pueda resentirse su salud.

Todo el mundo conoce la repercusión de los Oscar de Hollywood. Ya menos importancia tienen los premios de Venecia, Cannes o Berlín. Practicamente ninguna los de San Sebastián o Valladolid. Pero existen unos que superan a todos. Ciertamente por separado e incluso a todos ellos juntos. No existe nada igual.

Me estoy refiriendo al Festival de Cine Solidario de Navarcles. No entendería que ni uno solo de los que visitan este Blog ignorara su existencia. No se puede ser tan inculto.

Pues tan importantísima ciudad, sin la cual ni el cine sería cine ni Cataluña, Catalunya, acaba de conceder el premio Pere Casadáliga al cura de Entrevías.

Ya nadie podrá decir que apenas doscientos "mataos" le apoyan. Navarcles está con él. Su victoria es segura.

Y como ante tanta gloria este Blog no quiere quedar rezagado en el reconocimiento al sacerdote más universal de toda la historia de la Iglesia española, su responsable ha acordado concederle también el Cigoñino Palomo, porque yo me lo guiso y yo me lo como.

Naturalmente en su versión de oro. Para que así pueda empeñarlo y dedicar lo que le den en socorro de los necesitados. Lo único que siento es que al rechazar su liberacionismo el oro capitalista será en versión chatarrera para no herir su sensibilidad. Aunque, lo que pierda en el valor del metal estará compensado con creces por la cotización del reconocimiento.

Tras el premio de Navarcles y del Cigoñino Palomo el cardenal Rouco no tendrá más remedio que volverse atrás de su injustísima decisión. Alguno de sus obispos auxiliares incluso comenta que el arzobispo de Madrid está organizando una manifestación de todo el clero madrileño que partiendo del palacio de Su Eminencia y encabezada por él, concluirá en Entrevías.

Parece que Don Fidel Herráez, que es el que trabaja, tiene concluidas ya varias pancartas. "Mas de Castro y menos catastro". En la que el observador inteligente podrá captar el mensaje anticapitalista del texto. Otra dice: "Queremos Entrevías y no Eucaristías". De entendimiento también meridiano. Aunque parece que la que más ha gustado al cardenal y que será la que él portará en unión de sus obispos auxiliares y de todos sus vicarios es aquella que dice: "Más drogadictos y menos Benedictos".

También se cuenta que cuando el cardenal leyó este último texto las lágrimas afluyeron a sus ojos y abrazando a Don Fidel, le dijo: ¿Ves como no puedo prescindir de ti? Con lo que hubo más de uno que pensó que tenía asegurado el ser obispo auxiliar perpetuo.

No falta también quien dice que el clero madrileño una vez llegado a Entrevías encabezado por su cardenal dejará a éste allí y conducirá en hombros a Enrique de Castro al palacio arzobispal y que según noticias que llegan de Roma, el Papa sólo está esperando eso para nombrarle arzobispo de Madrid y cardenal de la Santa Romana Iglesia.

Si bien, ¿qué supondrían esas minucias para quien goza ya del premio de Navarcles y del Cigoñino Palomo?
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