El arzobispo celebra el Jubileo de la Esperanza en la prisión de Pamplona Roselló vuelve a la cárcel: "Levantemos y miremos el futuro con esperanza"

Roselló abraza a uno de los internos
Roselló abraza a uno de los internos Iglesia en Navarra

"Los presos, y todas las personas, estamos llamados a cambiar, a plantearnos la vida de otra manera"

"Un abrazo de perdón, de reconciliación. Un abrazo para comenzar una vida nueva”

El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Monseñor Florencio Roselló, ha celebrado este domingo, 16 de marzo, el Jubileo de la Esperanza en la prisión de Pamplona. Un grupo numeroso de internos/as de la cárcel han asistido al acto, junto a un grupo de voluntarios de la Pastoral Penitenciaria.

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La celebración se ha iniciado con una invitación por parte del arzobispo a los asistentes de revisar su vida, de planteársela desde el punto de vista de la conversión. “El Jubileo es el buen momento de cada uno, de cada una, para hacer un parón en su vida y en su historia personal… ¡y cambiar!”.

Roselló, en la cárcel de Pamplona
Roselló, en la cárcel de Pamplona Iglesia en Navarra

Monseñor Florencio Roselló, tras la lectura evangélica del hijo pródigo, ha invitado a los congregados “a cambiar de vida, a plantearse el futuro fuera de la cárcel de otra manera”. Y, en ese sentido, ha ejemplificado que el hijo pródigo cambió de vida cuando volvió a la casa del padre “y, sobre todo, cuando recibió el abrazo paternal de amor y misericordia. Los presos, y todas las personas, estamos llamados a cambiar, a plantearnos la vida de otra manera”, ha señalado.

Procesión y abrazos

A continuación, se ha repartido una vela encendida a cada uno de los participantes para iluminar el camino y ha comenzado la procesión, la peregrinación hacia la puerta santa, que en este caso era la puerta de la capilla de la prisión de Pamplona. Una vez allí, el arzobispo ha subrayado que, al igual que hizo el padre con su hijo pródigo, iba a dar un abrazo a cada uno de los presentes. “Un abrazo -ha subrayado- de perdón, de reconciliación. Un abrazo para comenzar una vida nueva”.

El abrazo de Roselló en la cárcel
El abrazo de Roselló en la cárcel Iglesia

El arzobispo ha cruzado la puerta santa de la capilla de la prisión y allí ha ido recibiendo y dando un abrazo a cada uno de los internos. Y también a los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria y a los funcionarios de la cárcel. Monseñor Florencio Roselló ha preguntado a todos los internos, uno a uno, de dónde son, cómo se encuentran y les ha trasladado unas palabras de ánimo. Y a continuación les ha invitado “a comenzar de nuevo, a levantarse y a mirar el futuro con esperanza”. Muchos de los presos han reaccionado con sonrisas y/o con lágrimas ante un momento tan emotivo.

Para terminar, el arzobispo ha invitado a los presos a que cada vez que pasen por la puerta santa, por la puerta de la capilla de la prisión de Pamplona, recuerden ese abrazo y lo sientan como “el abrazo de Dios, la caricia del Padre que les quiere, les acoge y les perdona”.

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