A los de Murcia les puede dar una alferecía.

Porque el nombre que verdaderamente se está lanzando para aquella diócesis no es Cuenca, Orihuela o Ibiza, ni tampoco el del secretario de la Conferencia episcopal ni uno de los auxiliares de Valencia. Ya lo de Sigüenza es tan absurdo que ni lo comento.

Se trata de un obispo joven, amigo de Mendoza como acaba de dejar acreditado, de una diócesis próxima y murciano por más señas. Que hasta el momento lo está haciendo muy bien. Tal vez esté yo haciendo el juego a los valedores del omnipotente porque cabe que lancen esa candidatura para quemarla y luego sacarse de la manga a otro menos significado con lo que el personal se tranquilizaría. Pudiera ser. Pero el nombre que hoy se da por más seguro en Madrid es ese. Y seguramente el que más agradaría a Mendoza.

En mi opinión sería otro gran error. Creo en las excelentes cualidades de ese obispo y que está llamado a diócesis más importantes. Pero él no iba a cicatrizar la herida de Murcia. Sería como echar ácido mendozúrico en la misma.
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