Que ya comienza a devorarnos. Las noticias de los últimos días son verdaderamente aterradoras. Bandas de adolescentes que violan a niñas de su edad. Algunos de menos de catorce años. Más la sangría constante de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. Y el turismo sexual con niños. La pederastia. Padres que violan a sus hijas con particulares espeluznantes de secuestros durante muchísimos años. Hemos liberado al sexo y éste ya nos está devorando.
Lo que se nos presentaba como grandes logros de la libertad comienza a aterrarnos. Pues son las consecuencias lógicas del dejar de vivir como Dios manda. Se ha matado el sentido religioso de la vida y la vida que resulta es un espanto.
A esto llevan esas campañas irresponsables de presentar el sexo y el dinero como los fines de la vida. Películas, revistas y hasta campañas gubernamentales. El goce sexual predicado y estimulado a la juventud y hasta a la niñez. Póntelo, pónselo. Y si no la píldora del día siguiente. Y si tampoco, el aborto. Presentado como un avance social, como la liberación de la mujer.
Nos hemos ido de la Iglesia y en vez de ser más libres somos más esclavos. De lo peor. Que inmensa responsabilidad de los padres. Y de los Gobiernos. Pues mal que les pese a tantos sólo hay un camino: volver a Dios. Si no lo reemprendemos las noticias serán cada día pura basura.