Las adhesiones que está recibiendo Pagola son incontables. Y nunca mejor dicho lo de incontables. Porque lo que no existe no se puede contar.

Acudiendo a páginas que no lee nadie he encontrado hoy dos importantísimos apoyos al sacerdote de la diócesis de San Sebastián. Uno el de Moceop. Ese Movimiento pro celibato opcional cuyos escasísimos miembros, curas casados y sus esposas, intentan pasear su decadencia por donde les dejan y apenas lo consiguen. Yo creo que la mayoría de ellos podrían volver al ministerio sacerdotal que tanto añoran pues su celibato ha dejado ya de ser opcional para pasar a ser una triste imposición de la naturaleza. Que los años no perdonan.

Pues esos curas, y sus mujeres, a muerte con Pagola. Toda una recomendación.

Y ha habido otra adhesión, esta sí verdaderamente importante. La de Pope Godoy. ¿Qué no saben ustedes quién es? Pues ustedes se lo pierden. ¡No saber quien es Pope Godoy!

Años ya debe tener unos cuantos pues yo le recuerdo en 1971 firmando escritos contra el Concordato y en favor de la Asamblea Conjunta. Y también me parece recordar que era jesuita. ¿Lo sigue siendo? ¿Es ahora un sacerdote secular? ¿Se ha secularizado? ¿Se casó? Seguramente algún lector podrá informarnos.

Multado, detenido, una vez emprendió una heroica huelga de hambre que fue capaz de mantener nada menos que durante...tres días. Del 28 al 31 de mayo de 1971.

Ante esta avalancha de adhesiones, todas de ellas de importantísimas figuras de la Iglesia creo que Pagola va pidiendo a todos sus amigos: Por favor, no me apoyéis que termináis de hundirme. No termino de entenderlo porque, si Pope está con uno, ¿qué importa que todos los obispos estén en contra?