Cuando esta mañana dedicaba el artículo al autista, ególatra, soberbio y antipatiquísimo Catalá ni sospechaba que en el día de hoy iba a desaparecer una de la páginas eclesiales mejores del mundo. Sí, del mundo.
Prudente, respetuosa, informadísima, de espléndida presentación, fidelísima a la Iglesia,
Una Voce Málaga era un referente citado con elogio en muchísimos lugares. Y supongo que apreciadísima en la Ecclesia Dei. No se podía hacer mejor. Firme sostenedora de la tradición litúrgica era, al mismo tiempo, respetuosísima con el
novus ordo que aparecía numerosas veces en sus ilustraciones con toda la consideración que se merece.
Pues hoy ha suspendido su actividad misteriosamente. Y todos los dedos señalan al autista, ególatra, soberbio y antipatiquísimo obispo de Málaga. Consternado por la noticia estoy intentando averiguar lo que ha ocurrido pero hasta el momento no lo sé. Cuando tenga alguna noticia os la comunicaré. Pero si es obra de Catalá, directa o indirecta, va listo el autista, ególatra, soberbio y antipatiquísimo personaje. El puesto de peor obispo de España está a punto de quedar vacante por la aceptación de la renuncia de Uriarte. Pues ya tendría nuevo ocupante. Una desgracia de obispo. Pobre Málaga.