Es que se superan en insesatez por minutos. Acabo de oír, en la segunda franja de la mañana, el apoyo a una iniciativa que indica que alguno de los responsables de aquello debe tener una única neurona y además averiada.
Al rebufo de la vuelta a España alguien tuvo la idea de recoger bicicletas que no se utilizan. Por los motivos que sean. Ha crecido el niño, se ha comprado otra nueva, se aburrió el usuario del pedal... Estupenda iniciativa que puede hacer las delicias de muchos niños del tercer mundo o facilitar la difícil vida de muchos mayores.
Cuantos misioneros u obispos de Guatemala o de Bolivia, de Angola o Uganda, de India o Vietnam creerían un milagro el que les llegasen cincuenta o cien bicicletas para repartir entre sus pobres. Pues no. Esas bicicletas son para Marruecos. ¿De locos verdad?
A este paso lo que se recaude en el próximo Domund será para las misiones protestantes en América, para sostener a los Hare Krisna o para apoyar a los perroflautas.
No voy a entrar en si se ha acertado o no en prescindir de Jiménez Losantos y César Vidal. Ya está hecho. Pero los obispos debían saber que suicidarse es pecado. Y poner en la calle a muchísimos trabajadores por errores propios, también.