No pensaba insistir, al menos por ahora, sobre el triste asunto de Málaga. Pero ha ocurrido algo que creo que vale la pena que conozcáis.
José Luis Cabrera se ha puesto en contacto conmigo. Con una petición. La de que retirara los artículos sobre su obispo. No quería ser causa de que le criticaran.
Le dije que no lo iba a hacer pero me parece una muestra más de la buenísima pasta de este joven por el que cada vez siento más admiración. Está hundido viéndose de protagonista indeseado de todo este escándalo. Porque es un escándalo episcopal.
Me dice que está recibiendo muchísimos mensajes de ánimo y me da la impresión, ojalá no me equivoque, de que Una Voce Málaga continuará. Una vez restañe sus heridas. Las injustas y gratuitas heridas.
Es inevitable no recordar aquello de Dios, que buen vasallo, si hubiera buen señor.