Tengo unos lectores admirables.

Que ciertamente no me los merezco. No es que valgan su peso en oro. Lo multiplican por muchísimo.

Esta mañana os recomendaba una página que me parecía magnífica. Y he tenido la curiosidad de ver si me hacíais caso. No me lo habéis hecho. Habéis roto todos los esquemas imaginables. Con lo que me confirmo en que os hacía un gran favor.

Esta mañana esa página llevaba 133.000 visitas. A las 20.45 supera las 145.000. Diariamente recibía más de mil y menos de tres mil visitas. Hoy está a punto de llegar a las 14.000. Y todavía quedan horas.

Mi alegría es doble. E inmensa. Por todos los que gracias a mi invitación habéis conocido la página y seguro estoy de que unos cuantos vais a quedar de visitantes permanentes y tal vez de colaboradores. Y por el caso que me habéis hecho. Por algo será.

Casi estoy por vender la publicidad. Me iba a hacer de oro. Por supuesto que es una broma. Pero, por si no tuviera suficientes muestras del apoyo y la fidelidad de tantos lectores hoy os habéis encargado de demostrármelo una vez más. Gracias de nuevo. Y el que se pique que se "arrasque".
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