Miembros del Partido Popular han perpetrado una agresión a la Iglesia que, al menos que yo sepa, ni en el PSOE se habían atrevido hasta el momento a hacer cosa igual. Expulsar de un pueblo entre insultos, e incluso hasta intentos de violencia física, a una comunidad de monjes.
No sé bien lo que ocurrió pero estoy seguro de que habrá lectores que nos aclararán los sucesos. La explicación de los monjes podría ser falaz e interesada. Pro domo sua. Pero el respaldo del obispado de Astorga nos debe bastar a los católicos para respaldar a los expulsados y exigir explicaciones a estos émulos de Mendizábal en el siglo XXI.
Parece que los populares de Rabanal del Camino quieren meter mano en un dinero y que para ello estorbaban los monjes. Pues a echarlos en un vergonzoso motín popular. Hay católicos que ya se han convencido de que con el PP no se puede ir ni a recoger una herencia. Sucesos como éste tal vez abran los ojos a algunos más. Y no está Rajoy como para ir perdiendo votos.
Desde aquí reclamo la inmediata expulsión de ese partido de todo aquel que sea responsable del vergonzoso atropello y una disculpa oficial. Que también deberían exigir los católicos que militan en eso.