El odio al cardenal Rouco.

No deja de sorprenderme el odio de algunos al cardenal arzobispo de Madrid. Me refiero a algunos que se tienen por católicos y hasta puede que sean sacerdotes.

Porque es vedaderamente chocante la coincidencia en ello con todos los enemigos de la Iglesia. Como para que se preocuparan de la compañía.

Los argumentos que dan son todos peregrinos. Que manda mucho. Como si los obispos no supieran de sobra que en sus diócesis quienes mandan son ellos y no el arzobispo de Madrid. Y ya se ha visto lo que les manda en las votaciones de la última Plenaria sobre el nuevo arzobispo de Toledo. Y lo del mucho mando que se lo cuenten a los curas de Entrevías.

Que chupa mucha cámara. Pues siendo cardenal, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia episcopal lo normal es que sea mucho más protagonista que el obispo de Solsona.

Que ha hecho a su sobrino obispo. Como si él firmara los nombramientos. En Roma conocían perfectamente el parentesco de un sacerdote de reconocidos méritos y pese al mismo decidieron
obispo. Y ya que digan eso votantes de un Chaves tiene bastante recochineo.

Que ha casado al Príncipe. Exactamente igual que el cardenal Amigo casó en Sevilla a la infanta Elena y el cardenal Carles a la infanta Cristina en Barcelona. Pero aquí`parece que el oficiante debía ser un cura de Vallecas o el mismísimo Padre Turpín.

Podría entender que un sacerdote personalmente resentido con él por un cambio de destino no le tuviera simpatía pero esa conjunción con lo peor de la Iglesia y con lo más anticatólico de fuera de ella es para flipar.

También cabe que una persona aislada y sin saber bien por que le haya cogido manía. Pero se da mucha concentración de maniáticos. Pienso que se lo deberían hacer ver porque no es normal.

Tiene el cardenal un Seminario que para sí lo quisieran, aunque fuera la mitad, la inmensa mayoría de las diócesis españolas, un clero del que se podría decir lo mismo, un San Dámaso que es referencial, la diócesis está bien gobernada... Pues ya podían decirnos que le reprochan.

Sería más bien la derecha eclesial la que podría tener algún agravio: Es cicatero con el Motu proprio, lo de Entrevías sigue chirriando... Pero no es de ese sector de donde parten las críticas al cardenal.

Si se compara con los demás cardenales españoles no hay color. Pues ya me dirán ustedes. Las vísceras priman sobre el entendimiento. Y de ese modo sólo se dicen tonterías. Yo personalmente creo, como la mayoría del clero y de los fieles de Madrid, que tenemos a un muy buen arzobispo.
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