El triunfito electoral del PP.

No voy a hacer un análisis político de las elecciones de ayer. Sólo comentaré los resultados desde una perspectiva eclesial. Y evidentemente según mi opinión.

Con la que está cayendo, más de cuatro millones de parados, el PP no ha sabido explotar la coyuntura. Apenas ha conseguido algo más de doscientos mil votos que en las europeas de 2004. Y con una participación electoral muy parecida. El PSOE ha perdido setecientos mil votos que para como lo está haciendo debían ser bastantes más.

El PP ha presentado su cara menos "valenciana". Ya desde le elección del cabeza de lista, un católico convicto y confeso. Que en principio parecía gustar muy poco al partido hasta el punto de que fue nombrado a última hora. Tal vez para no irritar más a las bases. Además la campaña, seguramente forzada por los excesos del PSOE, fue más dura de lo que parecía ser el gusto de Génova. Y se echó mano de todo lo que se había querido barrer en Valencia. Aznar, Rato, Ortega y Lara, María San Gil... Con desaparición práctica de los que podrían irritar a parte de las bases: Villalobos, Pastor, Soraya, Gallardón... La fotografía de la noche de la victoria era bastante indicadora: Rajoy, Mayor, Esperanza y Cospedal. En la campaña incluso se manifestaron abiertamente críticos con la ampliación del aborto en un guiño claro a parte de su electorado.

En el PSOE fracasó el radicalismo: la guerra de Irak, la derecha explotadora del obrero, el aborto libre y hasta prescindiendo de la autorización paterna a menores de 16 años... Incluso utilizaron la imagen de un sacerdote como muestra de lo peor. Eso parece que ya no moviliza a sus masas. No es mala noticia.

Los nacionalistas mantienen sus resultados y los más radicales y anticatólicos no consiguieron representación.

Izquierda Unida sigue hundida. Y bajando. Tampoco es mala noticia. UPyD es la gran triunfadora. Ya está en el Parlamento nacional, en el vasco y en el europeo. Parece que buena parte de sus votos proceden del PP. Seguramente de un sector bastante más nacional que católico. Incluso moderó en campaña sus posiciones abortistas para pescar algo en ese sector. Yo sigo pensando que es un partido imposible para unh católico coherente.

Los partidos que reconocían en el programa sus postulados católicos han demostrado, una vez más, que no saben o no pueden. No llegan al electorado católico. Entre los tres debieron lograr cincuenta mil votos. O sea, nada. Si les añadimos Libertas, que no sé yo si es sumable, setenta mil. Ni todos juntos hubieran logrado 1/5 de diputado. Y eso que en esta ocasión lo tenían, con perdón, a huevo. Cuando en las nacionales se trate de echar a Zapatero pienso que lo van a tener todavía más difícil.

Pues eso es lo que hay. Creo que el catolicismo no ha salido bien de estas elecciones. Cierto que el socialismo ha quedado algo debilitado pero no mucho. Y que lo menos malo del PP se reforzó. Pero ya se encargará Rajoy de volver a imponer a los maricomplejines. Claro que todo puede quebrar si todo sigue hundiéndose, Los cinco millones de parados que están a la vuelta de la esquina pueden ser indigeribles y condicionar el mañana. Pidamos a Dios que no sea trágico.
Volver arriba