¿YO SOY O ME LO CREO?
Jn 1,6-8: Fue un hombre enviado por Dios, Juan … que viene para dar testimonio de la luz … no era él la luz.
o Es propio del ser humano vivir en la luz, en la verdad o, cuando menos, en búsqueda de la verdad y la luz. No es sano vivir en la apatía o en el fanatismo fundamentalista político o eclesiástico.
La desidia lleva al abandono en la vida, el fanatismo a la agresión y violencia. Fundamentalismos no, búsquedas.
o Se trata de vivir en la luz, de amar y buscar la luz de la Verdad.
o Es noble tarea la de ser testigos de la verdad y de la luz: ante los hijos, familia, amigos, en el trabajo, en la sociedad, en la misma Iglesia, en la injusticia, en las tinieblas. Más vale encender una vela que maldecir la oscuridad.
o Nunca faltarán hombres y mujeres libres que viven desde la LUZ.
o A veces ser testigos de la verdad tiene sus riesgos: mártir significa: testigo. La verdad os hará libres, (Jn 8,32). La libertad nos puede costar brillo social, cargos, puestos, dinero y ello en la vida social, en la vida diocesana.
o ¿Soy testigo de la verdad, de la luz?
Jn 1,19 Este es el testimonio de Juan
o Testigo quien ha experimentado una vivencia y la transmite. El testimonio es una especie de vida que se hace palabra y se comunica a los demás. Tanto la cultura, como la historia, como la fe se fundamentan en el testimonio. Transmitir la fe no es ser un charlatán papanatas del catecismo, sino comunicar lo vivido desde JesuCristo.
o Nadie da lo que no tiene. Transmitiremos si es que tenemos la experiencia vivida en el orden de los valores: familia, justicia, libertad, cristianismo
Jn 1,8.20ss Juan Bautista no era la luz ni el Mesías.
o Todo el evangelio de san Juan está compuesto (sobre todo la cristología) desde un continuo “YO SOY” aplicado a Cristo.
o Desde el comienzo en el evangelio de Juan late ya el ser: en el principio ERA la Palabra … Y todo el evangelio es un continuo “YO SOY”: Yo soy el pan de vida, Yo soy el agua, Yo soy la luz del mundo, Yo soy el Buen pastor, Yo soy el camino, las verdad y la vida, yo soy la resurrección y la vida, yo soy rey …
o En una civilización del vacío, de la nada (nihilismo), bueno es que nos afirmemos en el ser, en quien es fundamento de la existencia.
o Juan Bautista es un hombre contracultural. Vive lejos de la sociedad (en el desierto), lejos del Templo. No es un eclesiástico de conveniencia y acomodaticio a los vaivenes de las ideologías religiosas y del poder.
o Juan Bautista dice de él que “no es”: YO NO SOY: no soy la luz, no soy el Mesías, no soy el Cristo, no soy Elías, no soy profeta, no soy digno...
o Juan Bta “no se cuelga medallas”, ni busca puestos o sedes, Jesús es (“Yo soy”), Juan Bautista “no es” (“NO SOY”). Juan es testigo de la luz. Muchas veces “nos lo tenemos muy creído” en la vida: yo soy tal, soy de tal familia, soy amigo de, he estudiado en tal sitio, soy o tengo tal cargo, yo soy el que mando, etc …
No es lo mismo ser la luz, lo cual solamente es Cristo: Yo soy la luz del mundo, (Jn 812), que ser un “iluminado y creído” en la vida familiar, social, política, en la Iglesia.
Mucho menos Juan Bautista es -ni se siente- el Mesías. Siempre se han dado “pseudo-mesías”, “salvadores de diócesis”, “salvapatrias” y “redentores”. No faltan hoy. Tal vez me tengo por más y mejor que los demás, tengo mis “toques” racistas y desprecio al emigrante, al que no es de los nuestros, etc. (¿)
o ¿Quizás me siento en posesión de la verdad, de la fe, de la solución política, me falta poco para suplantar al Mesías?
Jn 1,22-23 ¿Quién eres tú? YO SOY LA VOZ, que grita en el desierto.
o Juan Bautista es la voz; la Palabra es Cristo: En el principio existía la Palabra, (Jn 1,1). Juan es voz, “porta-voz”. La Palabra es otro: Cristo.
o Muchas veces nos creemos que nosotros somos la Palabra, que tenemos la verdad, que estamos en posesión de la verdad. Harto haremos en la vida si escuchamos y transmitimos la Palabra.
o El desierto evoca la esclavitud de Egipto, los cuarenta años de desierto en la vida, el exilio de Babilonia. Juan Bautista se sitúa en el desierto, en la dureza de la vida y anuncia al Libertador. Juan Bta no es el Libertador, pero lo anuncia viviendo el desierto.
o A Cristo no se le anuncia a bombo y platillo litúrgicos o de grandes concentraciones, sino “a pie de obra”, sufriendo con quien sufre en el desierto de la vida.
o ¿Soy voz que intenta trasmitir el Evangelio del Señor?
Jn 1,24-27 Los enviados eran judíos, sacerdotes, levitas y fariseos … En medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.
o Es la ironía de San Juan. Los que preparan toda la película son “los del partido”, los judíos , los eclesiásticos: sacerdotes, levitas, fariseos … y son precisamente quienes desconocen a Cristo ¡Vosotros no conocéis al que está en medio del pueblo!
o Quienes más hablan son quienes menos conocen -¡y menos aman!- al Mesías. El Mesías no tiene más remedio que decir y hacer lo que “yo” pienso y digo.
o Juan Bautista se considera que -ante el Mesías- no está ni a la altura del zapato. NO SOY digno de desatar sus sandalias …
o Los fariseos, sacerdotes, levitas, etc. se creen, ¿nos creemos?, que podemos dominar tanto al Mesías como al pueblo. La honestidad personal de Juan Bautista hace bien.