María, cristal cromado

En un reciente post relacioné a Santo Domingo con San Vicente Ferrer, aprovechando que estamos celebrando los 600 años de la muerte del santo valenciano. Estando próxima la fiesta de la Asunción de la Virgen María, voy a recurrir de nuevo a San Vicente, para ofrecer tres imágenes (de entre las muchas que podemos encontrar en sus sermones) que utiliza para calificar a María y explicar la encarnación del Hijo de Dios en su seno virginal.


María es la esclavina del peregrino. Con esta imagen el santo explica la encarnación de Cristo: la esclavina sería María; el peregrino, Cristo. Pues bien, del mismo modo que la esclavina cubre el cuerpo del peregrino, la carne que le dio María cubrió la divinidad del Verbo. Esta esclavina cambió de color a lo largo de la existencia de Cristo: en la cruz se hizo roja, al morir se hizo negra. La metáfora sólo la he encontrado en san Vicente, pero nuestro predicador cita a Santo Tomás de Aquino para dejar claro que la carne de Cristo era humana, al ser la carne de María.


María es como un cristal cromado. Esta imagen le sirve para explicar la virginidad. Así como el rayo del sol atraviesa un cristal sin romperlo, así Cristo, al nacer, preservó la integridad de su madre. La virgen, que es el cristal, da al Verbo, que es el rayo, la naturaleza humana. La imagen del cristal se encuentra en otros autores y ha sido explotada por algunos Papas. Pero nuestro santo ofrece un matiz muy interesante: la Virgen es cristal “cromado”, de modo que cuando el rayo del sol atraviesa ese cristal, lo perfecciona y embellece. Cuando el Verbo tomó carne en las entrañas de santa María, ella quedó sobrenaturalmente embellecida con la gracia de la maternidad.


María, pergamino. Es otra imagen que utiliza el santo: María es un pergamino, la página humana en la que el Padre escribe su Palabra eterna. Evidentemente, se trata de imágenes, pero no hay que olvidar que todo lo que decimos de Dios son pálidos reflejos, en nuestro pobre lenguaje humano, de lo que Dios es. O mejor, de lo que Dios no es. En realidad, nuestras proposiciones más que describir positivamente a Dios, lo que hacen es indicar algunos límites negativos de lo que no es. Pero ese es otro tema. Aquí se trataba de homenajear a María, en la fiesta de su Asunción, utilizando algunas bellas metáforas que le dedica San Vicente Ferrer.

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