¿Obispos golpistas?
Que un gobierno acuse públicamente a los Obispos de su país de golpistas parece muy extraño a estas alturas del siglo XXI. Eso es lo que ha hecho del gobierno de Nicaragua, presidido, al menos hasta ahora, por Daniel Ortega, ese líder sandinista que, en otros tiempos, gozó del apoyo de muchos cristianos y de muchos clérigos. Más aún, dos sacerdotes famosos formaron parte de sus primeros gobiernos. Los tiempos han cambiado y ahora, no solo cristianos y clérigos, sino estudiantes, campesinos y empresarios, están clamando para que cese la represión en Nicaragua, que ha producido ya cientos de muertos, miles de heridos, miles de personas escondidas y muchas otras encarceladas y torturadas. Cuando un gobierno se mantiene de esta forma, es seguro que es un pésimo gobierno.
Los Obispos nicaragüenses han intentado mediar para encontrar una salida pacífica a la crisis. Pero claro, cuando de lo que se trata es de mantener el poder a toda costa, los márgenes de negociación son muy pobres. Daniel Ortega se niega a adelantar elecciones; más aún, lo que intenta es perpetuarse en el poder, bien directamente, bien colocando a su esposa en la jefatura del estado. Así se comprende que todo el que no contribuya a ese objetivo sea calificado de revolucionario y mal patriota. Los Obispos de Nicaragua están en esta lista de malos patriotas. Y son atacados y golpeados por fuerzas paramilitares. Se mata dentro de las Iglesias. No se respeta nada.
Yo no tengo datos para analizar las causas que han llevado a Nicaragua a su actual situación. Pero tengo conocidos, que viven allí o cerca de allí, que me certifican que el principal causante de la triste, lamentable y penosa situación del país es el matrimonio formado por Daniel Ortega y Rosario Murillo. Ortega ha tenido la desfachatez de decir: "Hoy podemos repetir, como hace 38 años, ¡aquí Nicaragua libre!". ¿Libre? ¡Por favor! Donde hay muertos, no hay libertad, ni justicia, ni nada bueno.
En muchos lugares del mundo se han solicitado oraciones por la paz en este país centroamericano. Es una de las maneras que tiene el cristiano de tomar postura a favor del bien y en contra del mal. Como todo grano, aunque no haga granero, ayuda al compañero, ofrezco un dato que seguramente no tendrá ningún titular de prensa, pero que manifiesta la amplitud de la solidaridad cristiana a favor de la paz y la reconciliación en Nicaragua: el lunes, día 23 de julio, en una céntrica Iglesia de Palma de Mallorca, a las 19 horas, el Obispo de la diócesis, Sebastián Taltavull, ha convocado a los creyentes a orar por este país hermano. Por cierto, la parroquia es también un santuario dedicado a la Virgen de la Salud. Que ella conceda la salud a todos los nicaragüenses de buena voluntad.