(Editorial Paulinas).- Pensando en los más pequeños de la casa, seguimos con una reflexión profunda sobre el valor y sentido del Bautismo. Con ilustraciones y oraciones que pueden profundizar este grande sacramento.
Con el bautismo recibimos la gracia de ser hijos de Diosy de empezar a conformarnos a Cristo: con este sacramento, en efecto, estamos inmersos en su muerte para resucitar con Él en la gloria del cielo. Es el sacramento que nos traslada al hábitat del Señor, donde algunas realidades se deben dejar morir para infundir aliento y vida a otras. El bautismo implanta una doble dinámica que no se da de una vez para siempre, pero nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida; a partir de Él, nosotros morimos y resucitamos cada día.
En síntesis: el fundamento de nuestra vida está en el bautismo. Este nos da la gracia que enciende en nosotros un proceso de despojamiento del hombre viejo, carnal, con todos sus miedos y esclavitudes: la esclavitud de los afectos, del destino, de la perfección formal. Al mismo tiempo nosviste del hombre nuevo, regenerado en el Espíritu, no ya siervo sino hijo y, por tanto, no sujeto a los miedos.
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