La fraternidad, a debate en los XXXV Jueves de RD "Es la Iglesia quien tiene que cambiar y escuchar los clamores de la sociedad"

“No existen culturas puras, la realidad es intercultural. Es en este contexto donde el concepto ‘fraternidad abierta’ se sitúa”. Con esta premisa enunciada por Rafael Luciani nació el libro ‘Fraternidad abierta 2.0’ (Khaf), y también se desarrolló el XXXV Jueves de RD, celebrado ayer 31 de marzo.

Cuatro teólogos de diferentes países y realidades eclesiales, moderados por Jesús Bastante, redactor jefe de Religión Digital, reflexionaron sobre uno de los documentos clave de este pontificado, la encíclica ‘Fratelli tutti’, y dieron algunas claves para entender el pensamiento del papa Francisco.

Por una parte, el teólogo venezolano Rafael Luciani, entre otros cargos profesor del Boston College; y el sacerdote Daniel Portillo, director del Consejo Latinoamericano del CEPROME y profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, ambos coordinadores del libro. Por otra, Montse Escribano, doctora en Filosofía y miembro de la Junta de la Asociación de Teólogas de España (ATE); y Sandra Arenas, decana de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosofía de la Universidad Católica de Temuco (Chile).

Estados Unidos, Roma, Valencia, Chile y Madrid conectados para abordar la compleja idea de “la amistad social en un mundo fragmentado”, que sirve de subtítulo al libro.

Rafael Luciani: "No existen culturas puras, la realidad es intercultural. En este contexto es donde se sitúa el concepto 'fraternidad abierta'".

Ciudadanos de un mundo sin bandera

En ‘Fraternidad 2.0’, Luciani y Portillo han reunido a 26 teólogos de perspectivas y países distintos, laicos, religiosos, hombres y mujeres, que dan voz a esa “realidad intercultural” y que abordan temas como las subjetividades humanas, la perspectiva de género, la fraternidad sin fronteras, el populismo, la rehabilitación de la política, los catolicismos territoriales, las migraciones o el diálogo interreligioso.

“La novedad de esta propuesta –comenzó Rafael Luciani– es que va en sintonía con una relectura de un planteamiento que hacía Karl Rahner”.

“Él decía que la Iglesia mundial era la Iglesia de la diversidad cultural. Consideraba que la Iglesia ya no podía seguir siendo una Iglesia europea que exportaba productos cristianos occidentales al resto del mundo, sino que tenía que llegar a ser realmente universal, y que esa tarea se iba a realizar solo con una nueva forma de fraternidad cristiana. Es decir: es la Iglesia, en su forma de ser, quien tiene que cambiar, escuchando los clamores de la sociedad”.

Daniel Portillo: "La fraternidad humana y la amistad social nos hacen ser ciudadanos de un mundo sin visado ni bandera".

“Estas páginas –añadía, por su parte, Portillo– nos hacen caer en la cuenta de que la fraternidad humana y la amistad social nos hacen ser ciudadanos de un mundo sin visado ni bandera; es la idea de todo aquello que resulta relacional, que no se cierra en sí mismo”.

Volviendo siempre a la Iglesia en salida

Y aquí es donde se conecta la obra con ‘Fratelli tutti’ y con el llamamiento de Francisco a una Iglesia en salida, a salir de nosotros mismos para escuchar y dar respuesta a los clamores del mundo.

Para Sandra Arenas, "el eje vertebrador de 'Fratelli tutti' es la parábola del buen samaritano", pero esta invitación a la Iglesia en salida viene del Concilio Vaticano II: “Cuando uno toma los textos conciliares en conjunto, ahí hay una intención de posicionarse dentro un paradigma: salir del monólogo para entrar en el diálogo con otros cristianos, con creyentes de otras religiones, con no creyentes, con la historia, con el mundo tal y como es en toda su complejidad. Ponernos en conversación. Esa es la primera salida a la que nos invita ya el Concilio”.

Sandra Arenas: "Si tomas los textos conciliares en su conjunto, está el paradigma de salir del monólogo para entrar en diálogo. Ponernos en conversación es la primera salida".

Responder a los clamores del mundo

Para Daniel Portillo, “‘Fratelli tutti’ nos habla de una fraternidad quebrada que necesita de nuestro compromiso para ser redimida. Y fue esta inquietud la que dio punto de partida a esta obra”.

Y continuaba Sandra Arenas: “Verbos como acoger, proteger, promover y actuar deben marcar las actuaciones de la persona y de la Iglesia, en especial cuando se trata de acoger y de promover a los caídos. Lo segundo para esta Iglesia en salida tiene que ver con desdibujar fronteras, la llamada cultura del encuentro. ‘Fratelli tutti’ llama a construir puentes que nos ayuden a establecer de nuevo conexiones y poner a la Iglesia en condición dialogante frente a las preguntas cada vez más urgentes, frente a las fronteras físicas e ideológicas que perjudican la dignidad humana; la Iglesia tiene que tener una palabra ante eso, pero para eso tiene que ponerse en posición de dialogar, no de imponer”.

Por su parte, la teóloga Montse Escribano valoraba el esfuerzo de este libro en tanto que ha sabido responder a uno de los retos de Francisco: “El Papa nos lanza su pensamiento e invita a toda la Iglesia a que lo ponga en marcha e inicie procesos de su propio pensamiento. Es una novedad y una responsabilidad para todos los teólogos y todas las personas que se puedan sentir Iglesia. Francisco nos invita a que pensemos, por ejemplo, en las causas estructurales que nos llevan a cerrar nuestras fronteras y nuestras identidades”.

Montse Escribano: "No somos una Iglesia que esté demasiado acostumbrada al diálogo. Pero el mundo necesita esperanzas, unos lenguajes más cercanos".

“No somos una Iglesia que esté demasiado acostumbrada al diálogo –decía Escribano en otro momento–. Pero tampoco se trata solamente de ponernos a charlar, sino que el Papa nos da las orientaciones: el mundo tiene sus propios gritos que tenemos que escuchar y a las que debemos responder: las pobrezas, las brechas que generan una enorme desigualdad, la falta de oportunidades por ser mujer o por haber nacido en un determinado lugar… El mundo necesita de unas esperanzas mayores, con unos lenguajes quizá más cercanos. Tenemos que seguir caminando porque tenemos muchos retos abiertos”.

Recuperar el vínculo

Hubo un quinto participante en el debate: Antonio Fernández, responsable del área de Creación Editorial de la Fundación Edelvives y editor de Khaf destacó “una constante que se ve en las distintas aportaciones que componen el libro: recuperar el vínculo”.

“Esto es algo que, como Khaf y como Fundación Edelvives, también venimos trabajando: el cuidado y la Iglesia samaritana. A nivel eclesial, educativo y comunitario, tenemos que recuperar los vínculos, porque ahí nos jugamos la credibilidad y la identidad, y también la propia relación con Dios y con los hermanos”.

Antonio Fernández: "Este libro supone apostar por una visión de la Iglesia muy necesaria y contracultural: apostar por la fraternidad de manera positiva"

Y en este sentido, quiso poner en valor ‘Fraternidad 2.0’, “un libro profundo en cuanto a la propuesta que aborda y un signo profético. Publicar este libro supone apostar por una visión de la Iglesia en la sociedad que es muy necesaria: que toda la Iglesia, también los laicos, apostemos por la fraternidad de una manera positiva es un signo contracultural que conviene resaltar”.

Los Jueves de RD son posibles gracias al patrocinio de Instituciones Religiosas del Banco Sabadell y el apoyo técnico de Católicos en Red.