'San Agustín, Las Confesiones: selección de textos', por Miguel Ángel Orcasitas, en Ediciones Escurialenses San Agustín confiesa sus golferías
"Ediciones Escurialenses ha hecho llegar a mis manos el libro de 104 páginas, con el título de 'San Agustín, Las Confesiones: selección de textos', efectuadas por Miguel Ángel Orcasitas, de la Orden religiosa agustiniana"
"Imprescindible destacar que sabemos todo, o casi todo, de sus milagros, milagrerías, buenos ejemplos de vida, virtudes en grado sublime, abstinencias y ayunos. Pero se nos han ocultado sus pecados y comportamientos no siempre santos"
"La dedicatoria del libro insiste en que los destinatarios de su lectura habrán de ser preferentemente 'quienes viven el modelo de vida experimentado por Agustín y quienes encuentran en Las Confesiones un espejo donde leer su propio interior'"
"Tanto del libro, como de la selección e ilustraciones, felizmente hay que enaltecer su pulcritud, ocurrencia y oportunidad en los tiempos eclesiales, y no eclesiales, en los que nos ha correspondido vivir"
"La dedicatoria del libro insiste en que los destinatarios de su lectura habrán de ser preferentemente 'quienes viven el modelo de vida experimentado por Agustín y quienes encuentran en Las Confesiones un espejo donde leer su propio interior'"
"Tanto del libro, como de la selección e ilustraciones, felizmente hay que enaltecer su pulcritud, ocurrencia y oportunidad en los tiempos eclesiales, y no eclesiales, en los que nos ha correspondido vivir"
En el diccionario popular del cariño, ”Mónica” en griego significa “la única en el amor”, y además “ con personalidad sociable, extrovertida y alegre”. Así se llamaba, y sigue llamándose, la madre de San Agustín, “Padre y Doctor de la Iglesia, obispo y uno de los pensadores más preclaros, habidos y por haber, de la humanidad. A ella, a santa Mónica, habríamos de acudir para que nos explique cuánto tiene de verdad el título de esta reflexión –“Golferías de san Agustín” - que a algunos católicos, apostólicos y romanos, pudiera parecerles irreverente, pero que a su santa madre les supusieron ríos y mares de lágrimas. (“Golfería“, de la cofradía de los “pillos”, se define como “acción propia de una persona de costumbres poco formales”).
“Ediciones Escurialenses” ha hecho llegar a mis manos el libro de 104 páginas, con el título de “San Agustín, Las Confesiones: selección de textos” , efectuadas por Miguel Ángel Orcasitas, de la Orden religiosa agustiniana. Las ilustraciones son de la Biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial”, y tanto del libro, como de la selección e ilustraciones, felizmente hay que enaltecer su pulcritud, ocurrencia y oportunidad en los tiempos eclesiales, y no eclesiales, en los que nos ha correspondido vivir.
Vaya por delante reseñar que, acerca de los santos y de tantos canonizables cuyos procesos curiales están hoy ya incoados, es imprescindible destacar que sabemos todo o casi todo, corregido y hasta aumentado, de sus milagros, milagrerías, buenos ejemplos de vida, virtudes en grado sublime, abstinencias y ayunos. Pero se nos han ocultado sus pecados y comportamientos no siempre santos, sino todo lo contrario, que se corrigieron a tiempo y reparadoramente. Empeño tan obstinado desalentó a muchos en el camino de la santidad, como si el pecado, reiteradamente, tuviera que ser ya, y de ahí en adelante, su única e irremediable opción y hasta vocación.
Muy certeramente la dedicatoria del libro insiste en que los destinatarios de su lectura habrán de ser preferentemente “quienes viven el modelo de vida experimentado por Agustín, y quienes encuentran en Las Confesiones un espejo donde leer su propio interior”.
En el índice general del libro se relatan y confiesan situaciones y episodios tales como “Pide perdón por sus errores”, “Temor y rechazo a los castigos corporales”, “Repugnancia hacia las primeras letras y al griego”, ”El volcán de la adolescencia”, ”Estudiante brillante de retórica en Cartago”, “Decepción de la Biblia”, “ Maniqueo, “Lágrimas y sueño de su madre Mónica”, “ Engañado y engañador vive con una mujer”, “Agustín no acepta el celibato, sino que aspira al matrimonio”, “Apego a la mujer”,” “Dame la castidad y continencia, pero no ahora”, “ Su hijo Adeodato”,”Muerte de Mónica”, “ Fiel a la continencia tras su conversión”, “Lamenta haber descubierto tarde a Dios””,“Mi amor es mi peso….
Amparadas con bellas y oportunas viñetas, las páginas 56 y 57, tituladas “Planes de Matrimonio para Agustín-Abandono de la primea concubina y opción por otra”, demandan fervorosa y agradecida lectura .
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