Nuevo libro de Silvia Martínez Cano en San Pablo Teología feminista (para principiantes)
'Teología feminista” (para principiantes)', de Silvia Martínez Cano
¿Pero es que también hay “teología machista”?. Sí, la hubo, la hay y, al paso que vamos, seguirá habiéndola y por muchos años
Ya está de más que el lenguaje de la teología cristiana siga siendo tan patriarcal y privilegie el pensamiento abstracto desde una perspectiva masculina
Ya está de más que el lenguaje de la teología cristiana siga siendo tan patriarcal y privilegie el pensamiento abstracto desde una perspectiva masculina
El libro y cuya reseña, con “sumo gusto”, me corresponde presentar lleva el sagrado título de 'Teología feminista” (para principiantes)' con el subtítulo orientador de “ voces de mujeres en la teología actual ”.Está editado por “San Pablo”, con sus 202 páginas de texto.. Lo firma Silvia Martínez Cano “doctora en Educación y Licenciada en Teología Fundamental y Pastoral en el Instituto Superior de la UPSA. Está especializada en estética teológica y Misterio de Dios e investiga interdisciplinariamente sobre arte, teología y género, temas sobre los que ha editado diversas obras”.
Tengo la seguridad de que tales títulos universitarios, y con las debidas licencias, hace tan solo un puñado de años, pre y aun post, conciliares , hubieran resultado inverosímiles y con ellos se habrían indigestados gravemente una buena parte del pueblo de Dios, con mención jerarquizada para los correspondientes “pastores”, inscritos en el listado, tanto del “Alto” como del “Bajo” clero.
El título del libro lo dice todo o casi todo. “Teología- teología” y además “Feminista”. ¿Pero es que también hay “teología machista”?. Sí, la hubo, la hay y, al paso que vamos, seguirá habiéndola y por muchos años. La Teología, como casi todo en la Iglesia, es lo perfecto, pero perfecto es Dios, siempre y cuando este Dios sea, se presente y se explique como varón, del género y sexo masculino, omnisciente y todo poderoso, poco dado a la misericordia e inclinado más al reproche y a la condenación en esta vida y en la “otra”. De “Padre-Madre”, nada de nada. Y quien piense o predique lo contrario, “hereje por los siglos de los siglos, Amén.
El hombre es hombre, es decir, “dios “, y la mujer es mujer, o “pecado”, que además equivale a asegurar su condición esencial de sierva y esclava “por esencia, presencia y naturaleza” . Así aseveran que lo radoctrina la Biblia , defendiéndolo los biblistas , todos ellos varones, antifeministas y redomadamente machistas, con favorables argumentos patrísticos de autoridad , los “Nihil Obstat” e “Imprimatur” diocesanos y hasta con serios temores de que vuelvan a encenderse las hogueras inquisitoriales, con colaboración y aquiescencia de los poderes civiles…De entre todos los términos que componen el título del libro de Silvia Martínez Cano, por mi cuenta y riesgo destaco lo de ”Teología feminista”, pero para “principiantes”..
¿En quién o quienes pensaba y piensa la autora al escribir y describir tal palabra “principiantes”, como destino y destinatarios? ¿Acaso pensaba en los -nuestros- obispos, y en la mayoría del clero católico , sin exclusión de doctrinas pontificias, Cartas Pastorales, Hojas Parroquiales, homilías y prédicas de cualquier signo y condición catequística , en cuyo adoctrinamiento no ha lugar alguno para la mujer lo mismo dentro que fuera de la Iglesia , si no es para servir de esclava del hombre , limpiar los lugares sagrados, bancos y suelos y, sobre todo, para estar en permanente actitud de decir a todo -casi todo- Amén?
Es verdad que en Teología, y más en la feminista, los “principiantes” son muchos y muy notables, sobre todo cuando están revestidos de ornamentos sagrados y falazmente “asistidos por carismas sobrenaturales”
¡Felicidades para la autora y la editorial que han hecho posible la publicación de este libro! Y es que es imprescindible revisar cuanto, antes, por ejemplo, la definición de “ley natural”, que tanto dolor genera en el cuerpo y en el alma de la mujer , vocacionada exclusivamente “para la maternidad o para la virginidad . Ya está de más que el lenguaje de la teología cristiana siga siendo tan patriarcal y privilegie el pensamiento abstracto desde una perspectiva masculina.