(Fray Julián de Cos, op, en Revista de Teología Mística).- Dios es Vida (cf. Jn 14,6). Una Vida que está presente en nuestra vida. Contemplar a Dios es ser consciente de la Vida en nuestro vivir cotidiano. A eso nos ayuda este libro.
Su autor es el jesuita Juan Masiá, profesor de Antropología bioética en Tokio y experto en budismo. Éste es un libro muy interesante para todo aquel que quiera enriquecer su faceta contemplativa con la sabiduría budista.
Y lo hace, como indica el subtítulo, en pequeñas dosis, pues consta de reflexiones de una página, que, en mi opinión, hay que meditar lentamente –una al día, por ejemplo–, para así poder asimilarlas bien. Tiene cuatro capítulos.
Los tres primeros van introduciendo poco a poco al lector cristiano en la espiritualidad budista, con reflexiones que giran en torno a estas temáticas: la «gratitud confiada», la «convivencia gozosa» y la «compasión liberadora».
Tras ello, en el último capítulo, «Espíritu vivificante», el P. Masiá aterriza en la espiritualidad cristiana, mostrando algunos de sus elementos fundamentales bajo la luz budista. Además de textos de diferentes ramas del budismo, el autor cita continuamente el Nuevo Testamento y la mística carmelitana, ofreciendo así al lector una nueva forma de interpretarlos.