Tarragona acoge la fiesta del órgano colegial de la Conferencia Episcopal Tarraconense Asociación Bíblica de Cataluña: 50 años de divulgación y estudio de la Palabra en catalán

Asociación Bíblica de Cataluña celbra 50 años
Asociación Bíblica de Cataluña celbra 50 años Agencia Flama

En octubre de 1993 vio la luz el primero de los 100.000 ejemplares vendidos hasta la actualidad de la Biblia Catalana Interconfesional (BCI), promovida por la Asociación Bíblica de Catalunya, con diecinueve años recién cumplidos. Aquel fue un trabajo de biblistas y expertos "unidos de manera interconfesional"

Este sábado 28 de septiembre, tuvo lugara la celebración del medio siglo de vida de esta asociación y de la existencia de unas Sagradas Escrituras "nacidas con el compromiso, por parte de la exégesis bíblica, de no caer en fundamentalismos"

"En 1936 se hundieron todos los avances realizados hasta entonces, pero después llegamos nosotros. Todos nosotros", señaló el teólogo y biblista Armand Puig, uno de los primeros 'patriarcas' de la asociación, junto con Agustí Borrell, también presente

"La BCI —dijo—, un monumento a la lengua, no habría sido posible sin biblistas, presbíteros, laicos, escritores, fieles de otras iglesias cristianas y, así, hasta cincuenta personas" … "Encontró el punto dulce entre la divulgación y el estudio"

De 1285 a 2024, han sido numerosas las traducciones catalanas de la Biblia, pero no fue hasta octubre de 1993 cuando —habiendo dejado bastante atrás “la Guerra (in)civil” que, para el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, rompía con “un inmenso esfuerzo realizado en esta línea” desde principios del siglo XX— vio la luz el primero de los 100.000 ejemplares vendidos hasta la actualidad de la Biblia Catalana Interconfesional (BCI), promovida por la Asociación Bíblica de Catalunya, con diecinueve años recién cumplidos.

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Aquel fue un trabajo de biblistas y expertos "unidos de manera interconfesional". Y, precisamente, este y otros aspectos no menos importantes fueron claves para que, este sábado 28 de septiembre, la celebración del medio siglo de vida de esta asociación fuera, también, una celebración de la existencia de unas Sagradas Escrituras “nacidas con el compromiso, por parte de la exégesis bíblica, de no caer en fundamentalismos“, como afirmaba el prelado en su homilía, en la Catedral de Tarragona, iniciando esta jornada de recuerdo bíblico.

Celebración 50 años de la Asociación Bíblica de Cataluña
Celebración 50 años de la Asociación Bíblica de Cataluña Agencia Flama

“En 1936 se hundieron todos los avances realizados hasta entonces, pero después llegamos nosotros. Todos nosotros“. Así presentaba sus reflexiones, ante un salón de actos del Seminario de Tarragona lleno de caras de todas las diócesis catalanas, el teólogo y biblista Armand Puig, quien a continuación se refería a esta “joya de la Asociación Bíblica de Cataluña” incidiendo, precisamente, en la primera persona del plural: “La BCI —decía—, un monumento a la lengua, no habría sido posible sin biblistas, presbíteros, laicos, escritores, fieles de otras iglesias cristianas y, así, hasta cincuenta personas”. Tantas como los años que tiene la asociación.

"La BCI —decía—, un monumento a la lengua, no habría sido posible sin biblistas, presbíteros, laicos, escritores, fieles de otras iglesias cristianas y, así, hasta cincuenta personas"

Asumiendo que la creación de aquella Biblia fue, incluso antes de comercializarse, un paso gigantesco en toda la cronología de textos sagrados en catalán, Puig entraba en episodios puntuales que, producidos en aquellos años de la década de 1990, ya forman parte de la historia de la BCI: “No pudimos ver ninguna de las emisiones de los Juegos Olímpicos de Barcelona”, reconocía por el hecho de dedicar unos meses a dotar de vida “una idea que el arzobispo Josep Pont i Gol, durante los años setenta, tenía muy clara“. Así es como nació "la Biblia de las 1.000 pesetas", que biblistas como Joan Magí repartieron con sus propios vehículos.

"Armand Puig: La asociación encontró el punto dulce entre la divulgación y el estudio” y situaba su traducción a la altura de la española y la portuguesa"

De este modo, la asociación encontró “el punto dulce entre la divulgación y el estudio” y situaba su traducción a la altura de la española y la portuguesa, como señalaba más tarde Armand Puig, que recibía, por su parte, uno de los largos aplausos —junto con Agustí Borrell, también presente— que la sala de actos dedicaba a los primeros “patriarcas” del asociacionismo bíblico catalán, tal y como los definía Maria de l'Esperança Amill, actual vicepresidenta de la Asociación Bíblica de Cataluña. El relevo, con 800 socios y socias, se asegura en los próximos años, si bien la BCI dependa, por su parte, de los cambios lingüísticos que viven gradualmente todas las lenguas; también las que tienen una Biblia en lengua vernácula.

Celebración 50 años de la Asociación Bíblica de Cataluña
Celebración 50 años de la Asociación Bíblica de Cataluña Agencia Flama

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