Gerhard Lohefink, en Verbo Divino Las cuarenta parábolas de Jesús

Haciéndome eco del sentir de gran parte del pueblo de Dios, no es exagerado ni impiadoso reseñar que las homilías, que comentan las lecturas sagradas en las celebraciones eucarísticas, son en general poco menos que inaguantables. Y si sus “predicadores” -presidentes de las citadas celebraciones, son obispos, tal graduación requiera ser acrecentada.

Así de tozudos son los hechos, con lamentos por parte de quienes “asisten” de alguna manera a las misas, de modo especial y frecuente a través de los medios de comunicación social como la radio y la televisión, a consecuencia de las limitaciones que imponen los años, los coronavirus, la falta de sacerdotes, y las condiciones atmosféricas…

Una buena dosis de autocrítica, con libre y consciente participación de laicos y laicas, se hace imprescindible, para acondicionar las homilías a las circunstancias de lugar y de tiempo que nos ha correspondido vivir y educar -reeducar nuestra fe, por lo que  en la “nueva” evangelización es imprescindible y urgente preparar más y mejor las homilías.

Hoy están de más las improvisaciones y ni es respetuoso ni elegante repentizar sobre cualquier tema y menos si este es de tipo y contenido religiosos. El pueblo fiel tiene buena memoria y cada día es más exigente con lo que le dicen, cómo se lo dicen y además y sobre todo, si lo que dicen -enseñan- es practicado o no por los celebrantes y sus congéneres. La experiencia mitinera ayuda también y desdichadamente en este aprendizaje.

Y desde esta perspectiva homilética y desde tantas otras relacionadas con la exposición del mensaje salvador de Jesús, la editorial “Verbo Divino”, en su colección “Estudios Bíblicos”, acaba de publicar el título de “Las cuarenta parábolas de Jesús”, cuyo autor es Gerhard Lohefink, catedrático del Nuevo Testamento  en la Universidad de Tubinga -Alemania- , y con un buen puñado de libros en su haber,  traducidos a varios idiomas.

“Las parábolas de Jesús forman parte de la literatura universal. En estos relatos, a menudo provocadores, llegamos a conocer más de cerca el entorno de Jesús. Es un mundo variopinto, lleno de penas y alegrías, con continuidad y fiestas, aventuras, crímenes y profunda humanidad. Con tan colorido material Jesús esboza su mensaje del reino de Dios, es decir, la buena noticia de un nuevo mundo que Dios está creando en medio de las viejas y anquilosadas relaciones de la historia humana…”

A las homilías de hoy, sobre todo a las episcopales, les faltan parábolas. Pero como las de Jesús. Todas y cada una de las cuarenta” seleccionada s por el autor de este libro, al pie de la letra y sin  necesidad de actualización alguna, pero vividas y con-vividas  antes por sus “predicadores”, jamás aburrirán y resultarán educadoras eficaces de la fe de Jesús y  su Iglesia.