La teóloga y pensadora publica un nuevo libro en Narcea 'Es tarde, pero es nuestra hora': la confesión de fe, desde el confinamiento, de Emma Martínez Ocaña
"Es nuestra generación la que tiene que responsabilizarse. Pero será madrugada, es decir, aún estamos a tiempo, aún es posible emprender los cambios; en vez de derrotismo, a lo largo de estas páginas encontraremos una llamada a la esperanza activa y comprometida"
"¿Esta pandemia es un tiempo para la esperanza activa?", se pregunta la autora de 'Es tarde, pero es nuestra hora'
| RD/Narcea
Este libro, aunque fraguado y pensado a lo largo de los últimos años, ha brotado durante el confinamiento provocado por la COVID-19. No solo es una reflexión sobre el acontecimiento en sí y sobre lo que podríamos aprender de él, sino una mirada a las causas más profundas, con la finalidad de alertar ante la urgencia y gravedad de la situación actual: Es tarde.
Al mismo tiempo, la autora quiere unir su voz a tantas otras que nos alertan de la urgencia de realizar cambios profundos para salvar la vida en nuestro planeta y a nuestra especie en él: Es nuestra hora.
Es nuestra generación la que tiene que responsabilizarse. Pero será madrugada, es decir, aún estamos a tiempo, aún es posible emprender los cambios; en vez de derrotismo, a lo largo de estas páginas encontraremos una llamada a la esperanza activa y comprometida.
Unos versos de Pedro Casaldáliga presentan el último libro de Emma Martínez Ocaña publicado por la Editorial Narcea. En él, la autora comparte en “un lenguaje más coloquial” y “en femenino porque el sujeto es la persona” su vivencia y reflexión, guiadas “por el deseo de comprender las causas de lo que le pasó a Jesús de Nazaret y su comunidad y tratar de ver de qué manera esa realidad puede iluminar las causas de nuestra situación”, “descubrir con la mayor lucidez posible qué nos ha conducido hasta este momento histórico y no solo hasta esta pandemia” tal y como ella nos confiesa.
Pero, aunque “es tarde”, insiste Emma pidiendo su voz al poeta místico de la Amazonía brasileña, “es nuestra hora”. Es la hora de una “esperanza activa y comprometida” y, confiesa, “no pude más que preguntarme: ¿por dónde empezar?, ¿qué sería lo imprescindible?”
La autora busca salidas “que de verdad ayuden a encontrar los caminos nuevos que la urgencia y gravedad del momento nos reclaman” porque “es tarde, pero es madrugada si insistimos un poco”.
Extracto del índice
Las preguntas que marcaron mis búsquedas:
- ¿Esta pandemia es un tiempo para la esperanza activa?
- Qué nos está pasando y qué estamos recordando: Que nos está pasando. Qué recordamos al comienzo de esta Semana Santa. Qué podemos aprender de este momento y de ese recuerdo.
- A la búsqueda de las causas: Por qué asesinaron a Jesús de Nazaret. Por qué los discípulos reaccionaron como lo hicieron. Por qué estamos donde estamos en este momento histórico.
- Alcanzados por la experiencia de vida: Qué le pasó a la primera comunidad. Qué consecuencias tuvo en sus vidas. Qué nos puede aportar hoy a nosotras esa experiencia.
- Mirando el futuro con esperanza activa: Qué necesitamos cambiar. Despertar; abrir los ojos y hacernos conscientes. Comprometernos con un cambio profundo.
- ¿Por dónde empezar?: No perder la esperanza. Para quienes somos creyentes: ¿y si en vez de preguntarnos dónde está Dios lo hacemos presente?