Liturgia del 2º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)
Comentario inicial:
1º) Mensaje real y humano del Evangelio: Jesús festeja y provee de alegría al tiempo que ayuda al que se encuentra en apuros en cualquier circunstancia humana. Lo que evidencia la mentirota de "una Iglesia pobre para los pobres"... ¡Cuánta hipocresía se difunde DENTRO y destruye desde DENTRO!
2º) ¿Qué actitud y hábitos tendría Jesús en su "vida ordinaria" para que su madre supiera que no les dejaría en la estacada? Poco meditamos en lo que fue Jesús en su vida oculta y ordinaria. Nos encantan los fuegos artificiales, incluso los no comprobados. Este evangelio tiene más chicha de lo que nos cuentan.
3º) ¡Vino para todos! "Sin acepción de personas", como más tarde pan y pescado. ¡Qué manía tenemos con las falsas preferencias por los pobres! Habría que empezar preguntando: ¿Defíname ud. "pobre", por favor?
Porque está tan contaminada esa palabra que hemos abandonado la realidad de que TODOS somos ínfimos, efímeros, dolientes, frágiles, limitados, errados... ¡Dele el céntimo al "pobre" de la puerta y ni mire siquiera al que se sienta a su lado con el corazón roto! Esa es la conciencia manipulada a la que nos inducen los clérigos de rancio abolengo...
La humanización de Jesús es universal y profunda, sin acepción de personas, colores, número de pié, ni... religión verdadera... De ahí el escándalo de los autoritarismos y condenas históricas y... actuales de nuestros Jerarcas. Todos los católicos deberíamos vivir de rodillas pidiendo perdón a la Humanidad por las canalladas de nuestros dirigentes durante 21 siglos... Entonces podríamos llamarnos seguidores de Jesús.
4º) La Madre, doctora en Teología, con una simple y rotunda frase: ¡Haced lo que os diga!
¿Y qué hemos hecho? Convertirla en un espantapájaros de madera o escayola, enjoyado, coronado de oro, plata u hojalata, para convertirla en la "competencia al poder de Dios" (ella es más madre y misericordiosa) y sembrar las diferencias entre los de aquí o los de allí. Justo lo contrario de la universalidad y el reconocimiento de un solo Dios y Padre que nos habita, como Jesús se esforzó en revelarnos.
¡Pobre madre, convertida en un "ídolo multicolor", muchas veces ridículo, para hacer competencia al Creador! Su último consejo lo hemos trastocado y sustituido por este:
¡Hacedme caso a mí, que soy todopoderosa, porque puedo manipular al mismísimo Dios!
Si pudiéramos verla, tras la cortina de la eternidad, nos inundarían sus lagrimones por haber confundido su mensaje y haber cometido el pecado más grave: la IDOLATRÍA y la negación de su Hijo que nos condujo a su Padre, no a su madre biológica y totalmente humana, sin ningún poder, más que su ejemplo de vida y su mínimas palabras.
Nuestros "egoísmos materialistas" nos ha llevado a convertir a una Madre Santa en la "vaca sagrada" a la que intentar ordeñar para conseguir llenar nuestras necesidades y caprichos. Es una ineficaz fantasía, más cómoda que esforzarse en ser "responsables" y dirigir nuestra "autonomía y libertad" por lo ya establecido por el Creador e iluminado por Jesús.
Y aquí me quedo...
Jairo
2º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)
El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu ESTÁN con todos vosotros.
Y con tu Espíritu
MONICIÓN DE ENTRADA
El relato de las Bodas de Caná es una Tercera Epifanía o manifestación de Dios en el mundo. Toda la simbología de la boda -las tinajas vacías o el vino bueno que se deja para el final- nos está hablando de la singularidad de Jesús. Su mensaje es como ese vino excelente, capaz de reanimar una boda, capaz de devolver la Alegría al mundo.
ACTO DE RECONOCIMIENTO
Comencemos tomando conciencia de que los dones y cualidades que Dios Padre nos ha dado, son para trabajar en nuestro crecimiento personal, y para estar como María y Jesús atentos a las necesidades de los demás y ayudarles. Por ello nos comprometemos a hacerlos fructificar para bien nuestro y de toda la humanidad.
Gracias Señor por el don de la Paz, la interior que nos da tu presencia y la exterior que tenemos que construir todos juntos. Nos comprometemos a vivirla cada día diciendo: Nos comprometemos Señor
Gracias Señor por el don de la Alegría, la alegría de sentirnos queridos por Tú, la alegría de querer y sentirnos queridos por los hermanos. Queremos vivirla cada día por eso decimos: Nos comprometemos Señor
Gracias Señor por los dones de la Bondad y la Ayuda queremos vivirlos preocupándonos de nuestro desarrollo personal y de ayudar a los demás en todo lo que podamos. Por eso decimos: Nos comprometemos Señor
Dios Padre amoroso TIENE siempre misericordia de nosotros, conoce nuestras limitaciones y nos guía de su mano a la vida eterna.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo…
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS...
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ ATIENDES NUESTRAS SÚPLICAS…
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS…
ORACIÓN COLECTA
Si Dios ha aterrizado en el mundo es porque quiere elevar al hombre al mismo cielo.
Si Dios ha bajado al mundo es porque quiere compartir con la tierra el regocijo del cielo.
Si Dios habla por Jesús es porque Dios quiere ser, además de escuchado, contemplado.
Si Dios se involucra en la fiesta del mundo es porque sabe que le falta alegría al hombre.
Si Dios pone vino bueno al final de una fiesta es porque nosotros solemos ofrecer de aquel otro que pronto se acaba.
Si Dios tarda en transformar algunas cosas de la tierra es porque el hombre se resiste a ofrecer sus manos.
Si Jesús no es invitado a muchas fiestas es difícil que llegue el vino para todos.
Si Jesús no es acogido desde la libertad, El no se va a imponer por la fuerza.
Si Jesús no es invitado a las bodas de la fiesta del mundo siempre diremos aquello de: ¡falta algo! ¡falta alguien!
Por ello mismo, porque queremos que todo esté a punto queremos invitarte, Señor, a nuestra fiesta, la fiesta de la vida para ser nosotros, con tu ayuda, los que cambiemos el agua de nuestra tristeza en vino de eterna alegría. Transformar la fiesta postiza en alegría auténtica del corazón. Amén.
Lectura del libro de Isaías (62,1-5):
Por amor a Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que rompa la aurora de su justicia, y su salvación llamee como antorcha.
Los pueblos verán tu justicia, y los reyes tu gloria; te pondrán un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán «Abandonada», ni a tu tierra «Devastada»; a ti te llamarán «Mi predilecta», y a tu tierra «Desposada», porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra tendrá un esposo.
Como un joven se casa con su novia, así te desposa el que te construyó; la alegría que encuentra el marido con su esposa, la encontrará tu Dios contigo.
Salmo 95
R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
V/. Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.
V/. Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.
V/. Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R/.
V/. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey:
él gobierna a los pueblos rectamente». R/.
Segunda Lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,4-11):
Hermanos: Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de servicios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu.
Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, el don de curar.
A éste le han concedido hacer milagros; a aquél, profetizar.
A otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, el lenguaje arcano; a otro, el don de interpretarlo.
El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como a él le parece.
Lectura del santo evangelio según san Juan (2,1-11):
R/Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo había una boda en Caná de Galilea y la madre de Jesús estaba allí; Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino y la madre de Jesús le dijo:
- No les queda vino.
Jesús le contestó: - Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.
Su madre dijo a los sirvientes:
- Haced lo que Él os diga.
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo: Llenad las tinajas de agua.
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó:
- Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía. (Los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua). Entonces llamó al novio y le dijo:
- Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio has guardado el vino bueno hasta ahora.
Así, en Caná de Galilea, Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria y creció la fe de sus discípulos en Él.
Palabra de Dios
R/Gloria a ti Señor Jesús
HOMILÍA
Hemos terminado el tiempo de Navidad, en el que hemos visto un año más un gran despliegue de luces, que a veces deslumbran y nos hacen olvidar lo fundamental, lo que celebramos: el nacimiento de Jesús que viene al mundo precisamente para darnos luz, una luz que no nos deslumbra sino que nos ilumina el camino para encontrarnos con nosotros mismos, con nuestro verdadero ser que nos es otro que Dios Padre, que quiere que nos liberemos de todo aquello que no nos deja ser libres y realizarnos como personas, como lo que realmente somos: hijos suyos.
Y no hay nada mejor que leer el Evangelio para encontrar LUZ y LIBERTAD. ¡Eso sí! siempre y cuando nos quitemos los anteojos que nos han impuesto desde antiguo y lo leamos y reflexionemos a la luz del Espíritu, y usando el don de nuestra inteligencia, que para algo nos la han dado.
Y el evangelio de hoy, sobradamente conocido, está lleno de simbolismos y de una enseñanza profunda.
Lo primero: ¿Os habéis preguntado por qué Jesús no comenzó su misión en el templo? Al fin y al cabo venía para hablar de Dios, por tanto de “religión”. Lo lógico era que se presentase en el Templo de Jerusalén que era el centro de la religión judía.
Pero ¡no! Jesús hace su primer “signo” en una boda. Esto nos está diciendo que el Dios de Jesús se nos revela en un ambiente de alegría y de fiesta, en la fiesta humana por excelencia, acompañado de amigos.
TOMEMOS NOTA: Jesús nos transmite desde el principio un mensaje de fiesta, de abundancia, de felicidad. El Reino no tiene nada que ver con ganarse el cielo a base de renuncias y sacrificios, como tantas veces nos han enseñado y algunos, aún hoy, siguen predicando. El Reino es cosecha, es abundancia, es perla preciosa, es tesoro escondido en el campo, es la alegría de quien lo encuentra y no duda en venderlo todo por conseguirlo.
La alegría, como decía el filósofo Henri Bergson, “es señal inequívoca de que la vida triunfa”. No es casual que el “primer signo” que el evangelio de Juan atribuye a Jesús tenga que ver justamente con esa actitud vital.
Y ATENCIÓN: la alegría no es algo que podemos tener o no tener, o una virtud que tengamos que conquistar. Es lo que somos en nuestra identidad profunda. Y podemos experimentarla como un anhelo que busca fluir a través de nuestra persona.
Pero hay más. El texto nos dice que en Cana “Dios manifestó su gloria” alegrándoles el día a un puñado de aldeanos que celebraban una boda de pueblo. Esto nos está diciendo que cuando mejor manifestamos la gloria de Dios es cuando somos felices.
Qué lejos está esto de esa religión tétrica que muchas veces nos han inculcado, en la que nos dicen que para agradar a Dios hay que hacer sacrificios, ofrendas, sufrimientos, porque Dios nos prueba precisamente en el sufrimiento. ¡Qué disparate!
Sigamos con los simbolismos: El texto nos dice que Jesús usó para el signo unas tinajas. Esas tinajas las usaban para el agua de purificarse, para hacer las “abluciones” (lavados) rituales que todos los judíos debían de hacer al entrar en casa, para limpiase de las impurezas de la calle. Muy parecido a lo que hacemos nosotros antes de sentarnos a la mesa.
Las tinajas estaban vacías, esto es signo de la antigua alianza que ya no da vida ni alegría; además son pesadas no es fácil moverlas, como no es fácil mover a quien se ata a normas y fundamentalismos.
Jesús cambia el agua -purificaciones que ordenaba la ley- por vino excepcional y abundante, símbolo de fiesta, de los nuevos tiempos que él inaugura, del amor, de la presencia de Dios y del compartir fraterno. Podemos decir que inaugura una nueva religión basada en la felicidad, la alegría y el amor compartidos.
Y por último no podemos dejar de fijarnos en María. Ella está allí participando de la fiesta, disfrutando. Pero practicando una actitud básica de todo ser humano: la empatía.
La empatía es darse cuenta de los problemas de los demás, estar en el zapato o en la piel del otro. Su observación activa le permite darse cuenta del problema que nadie ve, y que puede dejar mal a los novios.
Y no cotillea “ya no queda vino”, de forma crítica, sino “no les queda vino”, como diciendo, a ver cómo podemos ayudarles. Es decir, María se implica, se pone en actitud activa de ayuda. Muchos de nosotros hubiéramos dicho por lo bajines: ¡Ese no es mi problema…! Como tantas y tantas veces hacemos en nuestra vida diaria…
Y al decírselo a Jesús es como si estuviera diciéndole “haz algo”, y lo implica en el problema.
María vive con actitud afectuosa y abierta, siempre proactiva, atenta a los demás.
Y María, confiando en que su hijo hará algo para ayudar, pronuncia esa frase maravillosa: “Haced lo que él os diga”. Son las últimas palabras de María en el Evangelio. A partir de ahí, silencio total. Se dejará ver, pero ya no dirá nada. Como si todo su mensaje estuviera concentrado en esa frase.
Estas palabras son realmente el testamento de María. Tampoco necesita venir a visitarnos para darnos nuevos mensajes, a veces terroríficos. Su último y definitivo mensaje es: ¡Haced lo que él os diga! ¿Le haremos caso? Porque ya sabemos que hacer lo que Jesús dice siempre trae soluciones y alegría. ¡Bien sabía ella cómo era Jesús y cuál su actitud de AYUDA permanente! A veces los silencios del Evangelio son muy elocuentes.
CREDO
Sacerdote.- ¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios Padre?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia y a todos para hacer un mundo mejor?
Todos. Sí, Creemos.
Sacerdote: ¿Creéis en la resurrección y en la Vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí y disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por esta vida?
Todos. Sí, Creemos.
ORACIÓN UNIVERSAL
Es importante vivir con los ojos abiertos y no vivir sólo centrados en nosotros mismos. María, que se da cuenta que falta vino reacciona. Oremos diciendo:
Seremos signos de alegría y vida
• Anhelamos que la Iglesia sea fiel a esa nueva realidad social que Jesús proclama y trae: siempre a favor de ayudar, siendo presencia allí donde nos necesitan.
Seremos signos de alegría y vida
• Queremos en nuestras comunidades parroquiales y religiosas hacer fiesta con todos, sin acepción de personas, cuidando cada detalle, creando espacios de acogida y escucha
Seremos signos de alegría y vida
• Estamos decididos a ser fieles a nuestro ser de BONDAD que es la “capacidad de hacer el bien” que todos llevamos dentro.
Seremos signos de alegría y vida
• Queremos que nuestros niños y jóvenes que esta semana han retomado sus estudios sepan aprovechar esta etapa formativa, crezcan en responsabilidad y compromiso con la sociedad y el mundo en el que vivimos.
Seremos signos de alegría y vida
Padre y Dios nuestro, queremos ser capaces de captar, en medio de la vida, los signos que nos invitan a abrirnos a los demás, a la Vida, a la Unidad, al Ser. Gracias por la vida de Jesús de Nazaret que es proclamación de otro mundo posible, y vive por los siglos de los siglos. Amén.
En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia, oremos a Dios Padre Misericordioso
El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…
ORACIÓN OFRENDAS
Señor, te ofrecemos el pan y el vino, frutos de la tierra y del trabajo humano. Simbolizan nuestro alimento y la alegría de la vida. Junto a ellos, ofrecemos, también, nuestro amor y nuestro cariño hacia los nuestros y hacia todos. Recíbelo como nuestra mejor ofrenda. PJNS.
PREFACIO
El Señor está con vosotros
Y con tu Espíritu
Levantemos el corazón
Lo tenemos levantado hacia el Señor
Damos gracias al Señor nuestro Dios
Es justo y necesario
Padre, te damos gracias
y te bendecimos porque eres amor.
Te manifiestas en el amor del hombre y de la mujer,
en el amor y el cariño de los amigos y hermanos,
en el amor de todos los grupos y pueblos.
Te damos gracias porque nos ayudas,
nos acompañas en los apuros,
nos esperas como Padre cariñoso
cuando nos alejamos de tu casa
y volvemos arrepentidos.
Nos recibes con amor de Padre
y nos sigues protegiendo y ayudando.
Por eso nos sentimos felices
nos unimos a los santos
y a las personas de buen corazón
para entonar un himno de alabanza
diciendo:
SANTO, SANTO, SANTO
CONSAGRACIÓN Y PLEGARIA
Te alabamos, Padre Santo, porque estás con nosotros en el camino de la vida, sobre todo, cuando tu Hijo Jesús nos congrega para el Banquete Pascual de su Amor y comparte con nosotros el vino y el pan.
Recibimos tu Espíritu con alegría
para que santifique este pan y este vino y
se conviertan para nosotros
en el Cuerpo y + la Sangre de Jesús, en la Persona y la Vida de Jesús aquí significadas.
El mismo Jesús, la víspera de su Pasión y Muerte,
cuando estaba reunido a la Mesa con sus amigos, tomó un pan, lo bendijo, y se lo repartió, diciendo...
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros
Y lo mismo hizo con una Copa de vino: al terminar de cenar, la alzó, brindó por el triunfo a su Padre del cielo, y se la pasó a sus amigos, diciendo...
Tomad y bebed todos de él,
porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para iluminar vuestras vidas
Haced esto en conmemoración mía.
Éste es el Sacramento de nuestra fe.
Anunciamos y proclamamos tu resurrección. Ven Señor Jesús.
Por eso, Padre de bondad,
celebramos ahora
el memorial que Jesús nos encargó,
y proclamamos la obra de tu amor:
Cristo, tu Hijo, a través del servicio
y la entrega de su vida
ha resucitado a la vida nueva y ha sido glorificado a tu derecha.
Señor, Padre de misericordia, Tú derramas sobre nosotros el Espíritu del Amor, el Espíritu de tu Hijo.
Fortaleciéndonos a cuantos nos disponemos a recibir el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo para que, unidos al Papa Francisco y a nuestro Obispo N… seamos uno en la fe y en el amor.
Nos das entrañas de misericordia ante toda miseria humana, inspirándonos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado, ayudándonos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido.
Tu Iglesia, Señor, quiere ser un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando.
Gracias una vez más porque
has acogido en tu casa del Cielo
a nuestros hermanos difuntos...
a todos nuestros familiares, amigos
y fieles difuntos de esta Comunidad.
Y ahora, Padre santo, nos unimos a toda tu creación
para brindar por tu mayor gloria y por la germinación de tu Bondad en nuestro mundo,
en la feliz compañía de tu hijo Jesús,
unidos a nuestra Madre María, a su esposo San José
a los apóstoles, a los santos y a todas las personas
de buena voluntad diciendo
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén
PADRENUESTRO
PADRE Y MADRE NUESTRA
EN QUIEN SOMOS Y VIVIMOS.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo
TÚ NOS DAS HOY
NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS
Y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR
A LOS QUE NOS OFENDEN.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal. Amen
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú NOS DAS la paz
Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.
ORACIÓN FINAL
Señor, si consiguiéramos vivir haciendo siempre lo que tú nos propones, nuestra vida sería una fiesta, el cansancio y la rutina desaparecerían de nuestra historia y sabríamos volcarnos del todo en el momento presente, viviendo el aquí y el ahora, con toda intensidad y total dedicación, dejando el pasado en tus manos y el futuro abandonado en ti.
Queremos vivir cada momento, entregándonos del todo, sin escatimar una atención, una caricia, un estímulo, una palabra amable, el descubrimiento de lo mejor del otro.
Nos comprometemos a disfrutar, a vivir con pasión, a gozar con intensidad, a comunicarnos con sinceridad, a relacionarnos con complementariedad, a saborear la variedad, a enriquecernos con nuestras diferencias, a descansar en ti y a sabernos facilitar la vida unos a otros. Amén.
BENDICIÓN
El Señor os bendice, os guarda
y en sus palmas os lleva tatuados.
Os acompaña en todos los caminos.
Y hace prósperas las obras de vuestras manos.
Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado.
Padre, Hijo y Espíritu Santo.